Como está el patio señor, y eso que solo es día 2. Eso si de un año que promete, porque este 2016 es quizás el año más controvertido y a la vez increíble, apasionante y creativo para este país y para esta Comunidad y para esta provincia de los próximos años. Y desde luego desde hace lustros. El jueves despedía el año con una magnifica sorpresa, haberme reencontrado, por fin, con uno de esos alicantinos ilustres, internacionales y geniales que pasa por esta tierra por Navidad cada año y que, sin duda, es de los ejemplos a seguir. Emilio de la Morena, en mantel compartido con la genial Beatriz Milleiro (descubrimiento de mujer, porque es genial, sencilla, divertida, atrevida y, a la vez, madre y curranta? y cercana), me deslumbró con su humana pasión por la vida, por el diseño, por elegir lo que uno quiere de verdad. De formación economista, pero pasionalmente artista, de los que formó mi querida escuela de escultura de Begoña Deltell (junto a Tano Ferrándiz, Ricardo Junio, Juan Morote y todos los soñadores que formaban Alona, academia de cultura y bellas artes única). Pues Emilio, hoy una de las grandes firmas y nombres fijos en London Fashion Week, internacional y amigo y alma de actrices como Gwyneth Paltrow o cebs como Kate Moss, me hablaba de esta tierra con un amor que ni los de aquí hablan. Con ojos brillantes mientras nos tomábamos un vino también de aquí que le encantó, Tarima Hill, precisamente estábamos haciendo tierra pensando en su próximo desfile en febrero. Y en una colección de zapatos que, muy bien hechos en Petrer, junto a las joyas de Beatriz, van a ser de esta tierra para triunfar en el mundo, sin complejos, que ya nos vale. Esta es una tierra, como me advirtió Alfredo Muñoz, es la cuarta en España en PIB y sin embargo la 50 en sueldos? y por desgracia una tierra en la que, a la vista de ese segundo dato y alguno más, ni nosotros mismos creemos. Pero claro? mientras discutimos matices, y más matices y nos ponemos a intentar convertir la capital y la ciudad en un «santuario del silencio» encaminados a cargarnos (ojo, por supuesto que hay que preservar derechos de vecinos, pero hasta un límite) la única cosa que está dando pasta a comerciantes y viandantes en los últimos años de la peor crisis estructural que se conoce? mientras debatimos sobre «el sexo de los ángeles» se nos pasa el tren. Por eso estas Navidades todos hemos hablado del punto cero. De empezar desde el principio. Una situación que en esta provincia es vital. Y en España en conjunto esencial. Tanto hablar de convivencia, de concordia, de conjunto, de avanzar en diálogo? pues ahora es el momento de la verdad. Ahora como dirían ayer mis amigos del alma Ángel Tamayo y Ana Caro (ambos adorables a más no poder, y alicantinos de creencia hasta el tuétano) esta es la España más interesante que podemos tener pero la más complicadamente enfrentada a la famosa frase de Unamuno, «yo soy yo y mis circunstancias». Pues hoy, más que nunca, al borde del mayor tratado económico que se conoce que firmaremos los europeos en este 2016 con Estados Unidos y del que nadie habla salvo en círculos económicos cerrados (es lo de siempre, el valor de la información o de la desinformación?); pues al borde de que se abra el mayor espacio económico y después en un futuro político, estamos todavía expectantes por ver si nuestra clase política deja de hacer el ridículo en colectivo y se fija en lo que los ciudadanos queremos de verdad. Hablar de futuro en conjunto, de comunidad de intereses, de vida, de calidad de vida, de ideas, de ganas de construir, de un mundo que les trasciende y nos trasciende, de ese espacio que distinguirá un mundo diferente y en el que, sin duda, nosotros los de esta tierra tendremos y tenemos que tener un sitio en el firmamento, si espabilamos claro? Feliz 2016 y que la fuerza nos acompañe, y de paso, algo más?