Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crónicas precarias

Me habéis destrozado la vida

Estaréis contentos, menuda jugada me habéis hecho. Esperaba bastante más de vosotros. Tanto tiempo preparándonos para este momento y vais y votáis así de mal. Yo no puedo con tanta incompetencia. Que no lo digo por lo del Congreso fragmentado y la muerte y destrucción del bipartidismo. En otros países los grupos negocian, llegan a acuerdos y, que sepamos, nunca han sufrido un apocalipsis zombi ni han entrado en combustión espontánea. El motivo por el que si os tuviera delante os pegaría con un calcetín sudado hasta que me doliese la mano es que con esta incertidumbre es imposible escribir un artículo sin parecer una lerda indocumentada. Nadie sabe lo que va a pasar y yo así no puedo trabajar.

¿Qué bromas pretendéis que haga con este engendro de ronda de contactos, líneas rojas y reuniones misteriosas con el que nos encontramos ahora? ¡Que se me queda todo viejo a los diez minutos! ¿Qué comentarios graciosos puede escribir una sin que los líderes de los partidos lo contradigan todo en el próximo titular? Os podríais haber organizado un poquito mejor para no destrozarme la vida con este resultado electoral. Pero nada, los señoritos querían jugar a la pluralidad y aquí estamos todos como tarugos desorientados dando vueltas sobre nosotros mismos y esperando que alguien nos diga quién va a mandar por estos lares.

Imaginad que ahora me marco un texto asegurando que se nos avecina una gran coalición bendecida por Merkel y luego resulta que nada de nada. O defiendo a muerte que en cuatro meses nos tocan elecciones de nuevo y al día siguiente de publicarlo anuncian que han llegado a un acuerdo para gobernar. O desvelo en público mi esperanza de tener a Rajoy cuatro años más diciendo que las alcachofas son muy alcachofas y mucho alcachofas y a las dos horas dice que se va para siempre. Drama total.

Pero vamos, puede que a mí se me haya ido al garete mi meteórica carrera periodística, pero vosotros también vais a hacer el canelo a base de bien. A ver qué postura adoptáis ahora en la barra del bar cuando os pregunten qué creéis que va a pasar. Y en la oficina. Y en las múltiples y entrañables reuniones con amigos y familia ¡Ja! ¡Panolis! Estáis condenados al bochorno. Seguro que os equivocáis penséis lo que penséis y todos los que os rodean se ríen en secreto de vosotros. Os lo digo, queda inaugurada oficialmente la temporada de comerse con patatas nuestras palabras. Que digo yo, si esta situación se alarga mucho, podemos elegir por sorteo al próximo presidente del Gobierno y ya nos quedamos todos tranquilos y seguimos con nuestras vidas, ¿no?

Para no hacer el más espantoso de los ridículos ahora tendría que publicar un sesudo análisis sobre las distintas posibilidades de gobierno que se abren, los cálculos políticos que se van a hacer, lo que conviene a cada formación y lo que no... Algo mesurado, bien argumentado, con referencias a expertos en la materia y a situaciones similares en otros territorios. Pues no me sale. Soy un fraude, una farsa, una mentira. ¡Maldita sea, me habéis descubierto! Os odio con todas mis fuerzas. Voy a comprarme un cargamento de mazapán y a llorar hasta que se solucione este sindiós.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats