«Ni venida al pelo» la nueva peli que protagonizan dos pedazos de actrices de las que admiro profundamente como Helena Bonham Carter o Meryl Streep y dirige, cómo no, una mujer del nuevo cine mundial, Sarah Gavron, en una de esas grandes historias que cuentan lo que durante siglos nadie ha querido contar. Si Novecento o Los Miserables, cada una en su época y con su argumento histórico, han hecho hincapié en historias de revolución o bien han puesto el dedo en la llaga de injusticias y desmanes morales de una urgencia vital? Sufragistas es la gran aportación de las mujeres del cine y el glamour del celuloide mundial a la gran causa de más mujeres. Hoy que es un día tan importante en nuestro futuro, en el futuro no solo de todo un país que tiene, más que nunca, que reforzar la democracia única y preciosa que hemos conseguido con tanto esfuerzo? hoy es ese día en que las mujeres, como decía recientemente una publicación, estamos más de moda que nunca. Para lo bueno y para lo malo. En unos tiempos convulsos en los que hombres que no encuentran su lugar entre tanto cambio y algunos fuera de sí, maleducados por tabúes, falsas pretensiones de dominación y poder y mucha publicidad que habría que cambiar (no nos equivoquemos, estamos todos hartos de los clichés de algunos publicistas?) cometen en su locura malos tratos y, lo peor, asentimos como solución final (al estilo casi nazi de sometimiento...) en estos días en los que, aunque hemos avanzado, queda más por recorrer? en estos en los que, sin embargo, eso no implica perder dosis de feminidad, ni de ganas de comernos el mundo junto a los mejores hombres, compartiendo vida, cama, casa, amor, dulzura y haciendo un tiempo mejor... en estos, hoy, que sin duda iré a votar con la mayor de las ilusiones para que mi país siga progresando, y cambiando y mejorando y sosteniendo lo que deba sostener de lo bueno que también hay, que es mucho, en estos? apetece hablar de mujeres, de grandes mujeres. De esas que nos han puesto aquí, votando precisamente. Esas que lucharon y pagaron algunas con sus propias vidas el precio de ser diferentes. Si hoy sigue habiendo cosas, muchas, que hacer? ni te cuento a finales del siglo XIX y principios del XX. Cuando nos liberábamos a duras penas de un «corset» que era parte de un vestuario dominante. No respirar bien implicaba agotarte, andar despacio, depender de un hombre para casi todo, no poder hacer ejercicio y tener una espalda deformada de por vida. Ahora, el corsé es una pieza de costura, de culto, de diversión, de juego y de seducción, en tiempos fue el símbolo de lucha de toda una generación. Luego vinieron el derecho a decidir, a votar, a ser una persona un voto. Y después tantas cosas. Hasta el famoso Tampax, que ahora da la risa, es el gran invento de toda una generación, eso que te permite nadar, bucear, ser una gran profesional de riesgo en bomberos, policías, buzos, ejército? etc... sin pensar en cada 28 días... Y así con todo... Las mujeres somos ahora ya una fuerza imparable. Y seremos hoy, este 20-D, las decisivas en unas elecciones clave en la Historia reciente de España. Somos y seremos las que sostengan la sociedad desde la cordura, la valentía, la combinación perfecta de valor y serenidad, porque tenemos además la capacidad de entrega que nos da ser madres y con eso generar la vida, esa vida que, algún desgraciado, pretende quitarnos muchas veces. Por eso, hoy, más que nunca, y desde la feminidad también, quiero ser mujer y VOTAR, gracias a ellas. Feliz domingo.