Star wars. El despertar de la fuerza

Producción: Lucasfilms-Bad Robot-Truenorth Productions, para Walt Disney.

2015.

Director: J.J. Abrams.

Guión: J.J. Abrams, Lawrence Kasdan y Michael Arndt, sobre los personajes de George Lucas.

Fotografía: Dan Mindel.

Música: John Williams.

Intérpretes: Harrison Ford, Carrie Fisher, Daisy Ridley, Adam Driver, Billie Lourd, Oscar Isaac, Gwendoline Christie, Peter Mayhew, Dornhall Gleeson.

Duración: 135 minutos.

Nacionalidad: EE UU

Carece todavía de fecha de caducidad y asegura, no sólo para sus incondicionales, más de dos horas de entretenimiento con los héroes más emblemáticos surgidos en la pantalla en las últimas décadas. Es cierto que hay algún ligero tiempo muerto, pero es más debido al excesivo metraje que a defectos atribuibles a una película que conserva indemnes sus rasgos esenciales. Y aunque no está detrás de las cámaras George Lucas, verdadero artífice de la serie, su forma de hacer y de entender la misma se ha convertido en un modelo tan inamovible como efectivo. Tanto es así que su sustituto en la dirección en esta séptima entrega, J.J. Abrams, denota en su labor un mimetismo y una sincronía absolutas. Sin olvidar que en su filmografía hay dos títulos de ciencia-ficción ambiciosos y estimables, Star Trek en su remake de 2009 y la secuela Star Trek. En la oscuridad. Con estos datos, a los que hay que añadir la increíble parafernalia de unos efectos visuales soberbios y a menudo creativos y un guión que sin ser demasiado original sabe aportar novedades de relativo peso, el menú que se presenta no deja de ser apetitoso. Y como hacía nueve años desde que se estrenó Star Wars. La venganza de los Sith que no teníamos noticias de unos personajes tan admirados, la nostalgia era más que obvia.

A pesar de que Lucas tampoco ha intervenido en el guión, su alargada sombra se deja sentir en un relato que, en esencia, reúne ingredientes que resultan conocidos para todos. Así, nos sentimos inmersos en un escenario en eterno conflicto, una galaxia en la que la guerra no ha terminado y en la que ahora impone su tiranía y su crueldad la Primera Orden, bajo el poder del siniestro y misterioso Kylo Ren, empeñado en configurar una nueva Estrella de la Muerte. Para ello es fundamental encontrar al mítico Luke Skywalker, que anda desaparecido y cuyo paradero solo está revelado en un plano que tiene en su poder un simpático y nuevo droide, BB8, que se ha convertido en compañero indispensable de fatigas de la ágil y aventurera Rey y de un soldado imperial, Finn, que ha logrado escapar de Primera Orden con la ayuda del brillante piloto Poe Dameron.

Con estos personajes nuevos, especialmente Finn, Rey y Kylo Ren y en el escenario singular del planeta Jakku, se va abriendo paso una trama que tiene bases para interesar pese a que apunta de nuevo a la movilización de las fuerzas del lado oscuro y de la muerte. Contempla, eso sí, como novedad más llamativa el regreso de los inolvidables Han Solo, la Princesa Leia y, en mucha menor medida, Luke Skywalker. Con alguna que otra sorpresa familiar y la inevitable secuencia del duelo de espadas láser al borde de un imponente precipicio que envuelve a Han y a Kylo. Con las puertas abiertas para que, como no podía ser menos, dentro de dos años entren por ellas más motivos para que la fuerza nos acompañe.