Y llegó el día: el pasado 16, Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal estadounidense, puso fin a la política monetaria expansiva y subió los tipos de interés (hasta un rango del 0.25% al 0.50%). Eso sí, mirando de reojo a la «saludable» economía norteamericana. Y es que hay claroscuros, antes de emprender una senda normalizada (basta recordar que, en los 90, era habitual ver tasas cercanas al 5%). En todo caso, ¿qué consecuencias puede tener el inicio de las subidas, tanto para EE UU como para el resto del mundo?

En primer lugar, tras años de crecimiento y cerca del pleno empleo, las autoridades advierten de un crecimiento de la inflación (con un índice subyacente -excluidas materias primas y energía- cercano al 2%, que se considera conveniente no superar). Por otra parte, tampoco podía prolongarse el mantenimiento de estímulos, dado que pueden haberse fraguado burbujas. En ese sentido, la quiebra de algunos fondos de bonos de alto rendimiento supone un aviso para los que se han endeudado durante los últimos años (además de ser una histórica señal previa de recesiones).

Y no solo los fondos de bonos de basura pierden con la subida de tipos. También los países emergentes, endeudados en dólares y dependientes de las materias primas (a la baja desde hace meses), pueden sufrir en los próximos tiempos. Así que habrá que estar atentos ante las curvas que se avecinan en la economía mundial.

Postdata: A España, en cambio, la decisión de Yellen le va de perlas. La subida de tipos supone un euro más barato, lo que favorecerá las exportaciones, que se añadirán a la fiesta de la bajada del petróleo y la recuperación del consumo. Lo importante es que no derive en borrachera, como en el período 2005-2007 (máximo esplendor de la burbuja inmobiliaria).

CÓMO LO VEN

Cómo combatir a Le Pen y la difícil posición de Cameron

Clarín destacaba los esfuerzos de la clase política francesa (y, en concreto, del primer ministro, el socialista Manuel Valls) para frenar el avance del Frente Nacional, liderado por Marine Le Pen. A menos de año y medio para las presidenciales, Valls ha impulsado un plan para combatir el desempleo juvenil (uno de los focos de cólera de los galos y un segmento electoral en el que Le Pen logra crecientes apoyos, como han mostrado los pasados comicios regionales).

The New York Times destacaba la complicada situación del primer ministro británico, David Cameron, en torno a la negociación sobre las condiciones que permitan la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (que deberán ser sometidas a referéndum). Por un lado, cuenta con la «ayuda» de la canciller alemana, Angela Merkel, para aceptar sus condiciones; por el otro, los críticos con Europa (incluso en su partido) maniobran para que las conversaciones fracasen y salga el «No» en el referéndum.

CÓMO NOS VEN

Rajoy gana sin mayoría y el entorno de la City, con C's

The Wall Street Journal y Financial Times resaltaban que las encuestas finales apuntaban a una victoria del partido del actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero sin mayoría absoluta. A Rajoy se le considera un mandatario poco popular que, pese a todo, puede tener opciones de mantenerse en la Moncloa. De producirse, también indicaría que (a pesar de la emergencia de nuevas fuerzas populistas) una mayoría significativa de españoles aún creería en el «viejo orden europeo».

A pocos días de finalizar la campaña, el semanario The Economist publicaba un texto donde pedía el voto de manera explícita a los Ciudadanos liderados por Albert Rivera. Además, fomentaba que se lograra un entendimiento entre dicha formación y el PP de Mariano Rajoy, de cara a los posteriores pactos de Gobierno. Cree que el partido de Rivera puede hacer más que los «populares» para poner en práctica las reformas imprescindibles para el país.

QUÉ SE CUECE

Twitter, en campaña e Internet y TV, compatibles

Clases de Periodismo destacaba que, una semana antes de los comicios electorales españoles, los responsables de Twitter en España apuntaban que un tercio de los usuarios de dicha red no había decidido su voto. Además, también señalaba que un 80% de los usuarios activos empleaba Twitter para informarse sobre la campaña. Se podía concluir que, por primera vez en la España democrática, las redes tenían un papel clave de cara al resultado electoral.

Puro Marketing reseñaba un estudio de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación, donde se llegaba a la conclusión de que el consumo simultáneo de TV e Internet es cada vez más habitual: hasta un 53% de la población accede a la red mientras ve la televisión. Además, tres cuartas partes de los encuestados consideraban a las redes sociales como el espacio más adecuado para comentar los programas televisivos.