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Antonio Sempere

En pocas palabras

Antonio Sempere

Participativo

Nada mejor que un concierto participativo, que un buen concierto participativo, para aliviar tensiones, liberar endorfinas y subir la autoestima hasta registros sólidos. Sucedió con El Mesías auspiciado por la Fundación La Caixa que nos ofrecieron en el ADDA, desde el escenario, la Orquesta de Cadaqués y el Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana, y desde los asientos del público, los miembros de la Coral Ambrosio Cotes, la Coral Francisco Vallejos, la Coral Ibense, el Orfeó Ciutat d´Elx y el Orfeón de San Juan. Todos ellos dirigidos por Joolz Gale con el gracejo y la energía requeridos para un empeño de estas características.

Recuperando el precedente de 2012, las formaciones volvieron a poner la carne en el asador y ofrecieron una terapia musical de un par de horas de duración a lo largo de las cuales fue posible desalojar los males que estorban e imbuirse de lo mejor del espíritu. Bendito Haendel. Cada quien salimos de allí fortalecidos con nuestra parte alícuota de belleza. Y se notaba en las caras.

La jornada, que coincidió con el arranque de la campaña electoral, vino muy bien como elemento regulador. Cuando, como siempre, encontré en los baremos nacionales cómo Alicante seguía siendo la cuarta provincia en número de habitantes y por tanto la cuarta con más escaños en liza, volví a sentir los retortijones de siempre. ¿Por qué, debiendo ser bandera, somos cola? Por citar dos ejemplos del día a día, en la agenda cultural del día a día Alicante está por debajo de más de alrededor de una treintena de capitales de provincia (de todas las capitales autonómicas, y de muchas más); contamos con los peores trenes de cercanías de todo el territorio nacional, y somos la única provincia sin vía doble en el ancho convencional (honor compartido con Murcia).

En una provincia donde la vertebración es complicada, aunque parezca cosa de niños si la comparamos con la de rango autonómico, fue portentoso ver a los miembros de las corales del Alto y el Bajo Vinalopó, de l´Alcoià, de l´Alacantí y de la Vega Baja, cantando al unísono. Y de qué manera.

Cuando los parámetros en los que se mueve el ocio imperante en la provincia, y por tanto gran parte de su economía, para entendernos, parecen ser aquellos que rigen los mundos de Gandía Shore y similares (ahora mismo, en Alicante, el tema más relevante de debate es la guerra de las terrazas, los veladores y el tardeo), un oasis como el vivido en el ADDA la semana pasada te hace reflexionar.

Algo hemos avanzado. Recuerdo cómo desde que cumplí los 30 hasta los 40 viajé religiosamente a Valencia cada mes de diciembre para asistir en el Palau a una serie de Mesías a cual más sentido. Este año, al menos, tras el dignísimo concierto participativo sigue el que nos traerá la Berlin&London Kammerorchester.

Y una apostilla para terminar. Qué pena dieron los tres conatos de aplausos tras las tres primeras piezas del Mesías multitudinario. Lo que demuestra a las claras cómo el público está cualquier cosa menos acostumbrado a este tipo de conciertos. En pleno 2015. En la capital de la cuarta provincia con más escaños del país.

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