La brecha entre hombres y mujeres cada vez es más palpable. Y aunque poco a poco es cada vez más pequeña las desigualdades siguen presentes. Según el Informe Global de la Brecha de Género 2015 del Foro Económico Mundial, publicado recientemente, la brecha entre hombres y mujeres en salud, educación, oportunidades económicas y representación política se ha cerrado un 4% en los últimos 10 años y la brecha económica tan solo un 3%, lo que sugiere que se tardarán otros 118 años en cerrar esta última por completo.

El informe mide el tamaño de la brecha de género en cuatro áreas:

Participación y oportunidades económicas: salarios, participación y liderazgo.

Educación: acceso a niveles básicos y superiores de educación.

Empoderamiento político: representación en estructuras de toma de decisiones.

Salud y supervivencia: esperanza de vida y proporción hombre-mujer.

La igualdad de género en nuestro pensamiento y nuestras acciones tendrá una crucial importancia en asegurar que el futuro esté al servicio de la humanidad, no amenazado por ella.

Pese a la incorporación de 250 millones de mujeres al mercado de trabajo global desde 2006, la desigualdad salarial persiste: solo ahora ganan las mujeres lo que ganaban los hombres hace una década.

Si se extrapola esta trayectoria, es de suponer que el mundo tardará otros 118 años (hasta 2133) en cerrar la brecha económica por completo.

El caso de España, que ocupa el puesto 25 en el ranking general, en el apartado de la brecha salarial España alcanza una puntuación de 0,65, siendo la nota más alta un 1. El salario medio anual de una trabajadora española se acerca a los 26.000 euros mientras que el de un hombre es de 40.000.

Más alarmantes son los datos sobre la brecha educativa a nivel global. Aunque la brecha de género en este ámbito se sitúa ahora en un 95%, tan sólo a un 5% de la igualdad, un 22% de todos los países tenidos en cuenta en los últimos 10 años está experimentando una apertura de la brecha entre hombres y mujeres en lo que respecta a la educación.

Hay una falta de correlación entre el acceso de las mujeres a la educación y su capacidad de ganarse la vida ocupando puestos cualificados o de liderazgo. Pese a que las mujeres representan la mayoría de los estudiantes universitarios matriculados en 97 países, solo son mayoría en puestos cualificados en 68, y en puestos de liderazgo, en muchos menos, sólo en cuatro.

Más mujeres que hombres están matriculadas en la universidad en casi 100 países, pero las mujeres ocupan la mayoría de cargos directivos en apenas un puñado de estos países. Empresas y gobiernos necesitan implantar nuevas políticas para evitar esta continua pérdida de talento y aprovecharlo para mejorar el crecimiento y la competitividad.

El tercer pilar del informe, la salud y la supervivencia, es el que más se acerca a la paridad, con un 96%, 40 países han cerrado por completo la brecha. A pesar de este alentador aumento, en total la brecha de género en salud y supervivencia se ha abierto ligeramente en comparación con 2006.

Pero, sin lugar a dudas, la brecha más amplia entre hombres y mujeres se da en el ámbito del empoderamiento político. A nivel mundial, solo el 23% de esta brecha de género se ha cerrado, pese a que esta área también ha experimentado los mayores avances, mejorando un 9% frente al 14% en 2006.

El empoderamiento político es uno de los apartados en los que España se lleva la peor nota, un 0,32 sobre 1. En nuestro Parlamento, hasta ahora, eran 41 las mujeres que ocupaban un asiento frente a 59 de los hombres, mientras que cargos ministeriales son 31 frente a 69. En los últimos 50 años nunca una mujer ha estado al frente del Estado.

Si bien ningún país ha cerrado la brecha de género total, los países nórdicos siguen siendo las sociedades más igualitarias del mundo. Desde el año pasado, los primeros cuatro países son Islandia (1), Noruega (2), Finlandia (3) y Suecia (4). Mientras, Estados Unidos (28) pierde ocho puestos desde 2014 debido a una brecha salarial menor y a cambios en puestos a nivel ministerial.