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Gerardo Muñoz

Momentos de Alicante

Gerardo Muñoz

Tres Ramos

El aviador

Son las nueve de la mañana del 22 de mayo de 1925. Un hidroavión Machi de la Aeronáutica Naval despega del aeropuerto de Barcelona para realizar un vuelo de prácticas. Lo pilota un alicantino, el teniente coronel Hilario Ramos Espinós, a quien acompaña el mecánico Miguel García de las Casas, de 24 años y natural de Melilla.

El melillense lleva un año destinado en Barcelona. El alicantino solo un mes.

Durante media hora el hidroavión realiza diversas maniobras, conducido diestramente por Hilario. Sobrevuela la Ciudad Condal y su puerto, realizando dos amerizajes en la dársena central. La segunda vez permanece posado sobre el agua más minutos que la anterior. Parece que algo no funciona bien en la mecánica del aparato. Deciden anticipar su vuelta al aeropuerto. Despegan y emprenden el vuelo de regreso.

Son las nueve y media de la mañana cuando algunos barceloneses ven cómo el hidroavión sobrevuela la Estación del Norte. Parece ir demasiado bajo, a no más de doscientos metros de altura, con el motor produciendo un ruido mucho mayor del acostumbrado. Instantes después, otros testigos ven cómo el aparato pierde aún más altura y cae en barrena, al mismo tiempo que el motor se incendia, desprendiendo llamas y una columna de humo. Se estrella en la calle Almogávares, entre las de Nápoles y Sicilia, por donde no pasaba ningún transeúnte en ese momento. El motor hace explosión y el avión queda envuelto en llamas y destrozado, y dentro de él sus dos ocupantes.

La explosión fue sentida en varios kilómetros a la redonda. Inmediatamente acudieron al lugar del siniestro multitud de curiosos y una dotación de bomberos, a quienes siguieron varias ambulancias, el juez de guardia, algunos periodistas, y numerosas autoridades civiles y militares.

Una vez apagado el fuego, recogidos los cadáveres y lo que quedaba del hidroavión, en la fachada de la casa número 41 de la calle Almagáveres quedaron aún durante varias horas más restos mecánicos y humanos del accidente.

Cuando murió, Hilario tenía 30 años y era soltero. Había ingresado a los 16 años en la Academia Militar, consiguiendo a los 20 el grado de teniente de Artillería. Poco después pasó al Cuerpo de Aviación, recién creado. Fue ascendido a teniente coronel siendo aún muy joven. Jamás antes había sufrido un accidente. Era un piloto experto, pero como nunca había conducido un hidroavión, había sido destinado a Barcelona para que realizase prácticas con uno de estos aparatos. El día en que murió fue la primera vez que pilotaba un hidroplano.

Al día siguiente fue celebrado en el hospital militar de Barcelona el sepelio por Hilario y Miguel, al que asistieron numerosas personas, muchas de las cuales acompañaron los féretros hasta el cementerio del Sudoeste. La noticia del accidente había causado enorme consternación en la Ciudad Condal, así como en Alicante y en Melilla.

Hilario había nacido en Alicante en 1895. Tenía tres hermanos: Edmundo, Antonio y Carmen. Antonio fue fiscal en el juicio contra el fundador de la Falange en 1936 y, al acabar la guerra civil, se exilió a Orán, donde se casó, yéndose posteriormente a México. Su hermano Edmundo fue ginecólogo y socio fundador del hospital Perpetuo Socorro en 1944, pero pasando antes una temporada en el Reformatorio de Adultos. Y la benjamina, Carmen, se fue a vivir a Madrid después de casarse.

Los cuatro eran hijos de Edmundo Ramos Prevés y Carmen Espinós.

El alcalde

Edmundo Ramos Prevés nació en Alicante en 1874. Estudió Medicina en Valencia entre 1888 y 1895, obteniendo la licenciatura con premio extraordinario. Seis años después, con 27, obtuvo el título de doctor con idéntica calificación.

En 1901 estableció su consulta de Medicina Interna en Alicante.

Miembro del Partido Liberal-Demócrata de José Canalejas desde su fundación, fue elegido concejal en 1909.

El 2 de enero de 1913 sustituyó en la alcaldía de Alicante a Federico Soto, de quien heredó los graves problemas que padecía la ciudad: abastecimiento de agua, alumbrado público, drenaje y saneamiento de la población, etc. El mismo día de su investidura escuchó con interés al edil doctor Rico, quien propuso que el ingeniero municipal, Próspero Lafarga, realizara un proyecto para el colector de la parte baja de Babel, con objeto de evitar que «todas las excretas de aquella parte de la ciudad se vertieran en el mar». Edmundo se mostró de acuerdo con la necesidad de llevar a cabo las obras de mejoras en la ciudad, pero dada la situación de endeudamiento que sufría el Ayuntamiento, declaró: «Cuando lo permitan los recursos económicos de los que legalmente pueda disponer, abordaré tan importantes cuestiones».

Pero no tuvo tiempo de llevar a la práctica sus intenciones. Once meses después de su nombramiento como alcalde, el 21 de noviembre, Edmundo fue relevado de la alcaldía como resultado de las elecciones municipales celebradas el 9 del mismo mes.

Siguió ejerciendo su profesión de médico hasta su fallecimiento, en mayo de 1918, cuando tenía solo 44 años. Fue una de las primeras víctimas de la famosa epidemia de gripe que castigó Alicante, España y el mundo entero.

El militar republicano

Edmundo era hijo de Hilario Ramos Llopis e Isolina Prevés Rosell.

Hilario Ramos Llopis nació en San Juan el 27 de febrero de 1836. Ingresó en la caja de quintos de Alicante con 25 años, siendo destinado al batallón de cazadores de Ciudad Rodrigo, destacado en Olot. Participó en varias acciones de arma contra los carlistas, ascendiendo a cabo, cabo primero y sargento segundo, sucesivamente.

En diciembre de 1859 fue a Ceuta como miembro del cuerpo expedicionario al mando del general Ros de Olano. Tomó parte en varias batallas, como la de Tetuán, donde fue herido en un muslo y en la que se ganó la Cruz de San Fernando de primera clase, y en la de Wad-Ras, a las órdenes del general Leopoldo O'Donnell.

De regreso a Alicante, pidió y se le concedió el pase al Ejército de Cuba, siendo ascendido a alférez el 10 de noviembre de 1862. Embarcó en Cádiz el 15 de febrero del año siguiente y arribó a La Habana el 8 de marzo. Poco después fue trasladado a la isla de Santo Domingo, participando en la toma de Santiago de los Caballeros, pero antes de acabar el año ya estaba de vuelta en Cuba, donde permaneció hasta finales de mayo de 1873, siendo ascendido a teniente y a capitán por méritos de guerra.

Se casó en La Habana el 20 de mayo de 1872 con Isolina Prevés y Rosell, nacida en Santiago de Cuba en 1853 e hija del propietario de un ingenio de azúcar. Tuvieron tres hijos.

Hilario y su esposa desembarcaron en Santander el 1 de julio de 1873. Él fue destinado a Cartagena en septiembre, donde actuó en las operaciones del sitio, siendo ascendido a comandante y, tras la rendición de la ciudad, a teniente coronel.

Formando parte del Ejército del Centro primero y del Ejército de Cataluña después, entró en acción contra los carlistas en numerosos lugares.

Su último destino fue en el regimiento de infantería Filipinas, de guarnición en Palma de Mallorca. Se retiró el 29 de febrero de 1884, con derecho a un sueldo de 720 pesetas mensuales.

Además de la cruz de San Fernando, se le concedió la de la Orden de San Hermenegildo. Pero su republicanismo estuvo a punto de costarle algún disgusto, como aquella vez en que se negó a vitorear al rey. No le arrestaron gracias a su buena reputación y a los méritos que le hicieron ser nombrado dos veces «benemérito de la Patria».

Vivió sus últimos años en Alicante, donde murió en 1918, el mismo año en que falleció su hijo Edmundo.

La criolla Isolina murió en Alicante en 1932.

Mi agradecimiento a Carlos Galiana Ramos, bisnieto de Hilario Ramos Llopis.

www.gerardomunoz.com

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