Tras 38 años cerrado y 15 de bloqueo administrativo, ayer comenzaron por fin las obras de rehabilitación del hotel de Arenales. El complejo hotelero se inauguró en 1963 gracias al sueño de Tomás Durá, un visionario de la época que algunos llegan a comparar con el mismísimo Pedro Zaragoza. Un hotel que en su día fue el impulsor del desarrollo turístico de toda la zona. Si las previsiones se cumplen -creo que no ha habido alcalde o alcaldesa de Elche que no haya anunciado que bajo su mandato se iba a reabrir-, en el verano de 2017 volverá a abrir sus puertas un moderno hotel de 4 estrellas y un centenar de habitaciones que a buen seguro servirá de nuevo como elemento dinamizador de la actividad económica en la zona, no sólo en verano, sino también en invierno, como polo de atracción de un turismo de calidad. Los comerciantes y hosteleros de la zona ya han declarado su satisfacción con el proyecto. Falta por ver si este moderno hotel estará al nivel de aquel vanguardista que atrajo a equipos de fútbol, actores, artistas, toreros e incluso algún que otro príncipe. Parece evidente que su ubicación no es la más deseada, tan metida en primera línea de playa, pero es la que es, y en estos tiempos tan complicados desde el punto de vista económico y del empleo, bienvenida sea la inversión y los puestos de trabajo que se generen.
