Realmente es muy pretencioso por mi parte pretender resolver aquellas dudas que no se me han planteado directamente de aquellos votantes indecisos que aún desconozco. Pero sí puedo establecer a modo de recordatorio algunos puntos a tener en cuenta a la hora de introducir nuestro voto en las urnas. Como de costumbre la disputa electoral se va a establecer entre la izquierda y la derecha. La derecha está representada por dos partidos, uno neoliberal (el PP) y el otro liberal (C´s). La izquierda por otro dos partidos, uno más moderado (PSOE) y el otro más radical (Podemos), y en nuestra Comunidad Compromís, sin que eso signifique extremista. La derecha se va a preocupar de favorecer a las grandes empresas (el PP lo hace sin pudor alguno, mientras que C´s más disimuladamente) y anda obsesionada por hacer cuadrar las cuentas; si hay más gastos que ingresos se echa mano de los recortes a los ciudadanos, lo cual hacen con eficacia comprobada. Si hay que dar pagas extraordinarias, se saca de los recursos ahorrados del fondo de las pensiones. Total, si al final van a decirnos que cada cual se apañe su pensión como pueda ya que el Estado no está para dar de comer a nadie. Y las decisiones políticas van encaminadas a favorecer los intereses de unos cuantos poderosos y de las instituciones afines a su ideología conservadora, como la Iglesia y alguna que otra institución.

La izquierda, por el contrario, está más preocupada por el bien común, por ayudar a los desfavorecidos, más empeñada en que los ricos paguen más y en distribuir la riqueza. Igualmente se preocupan por los derechos de algunos grupos sociales, tanto de género (todo lo referido a la mujer y a sus derechos) como de minorías étnicas. La tolerancia, la libertad y la justicia se hallan entre sus señas de identidad y batallan por su implantación. La derecha se encarga de combatirlos con todas sus armas disponibles (prensa, radio y televisiones afines); la ruindad con que tratan a Manuela Carmena, especialmente, dan fe sobrada de lo que digo.

Pero la izquierda y la derecha dejan muchos huecos en sus programas sin rellenar. Más preocupados por alcanzar el poder dejan sin resolver cuestiones como la de los emigrantes, la laicidad de las instituciones, la economía sostenible, el problema del cambio climático y sus consecuencias energéticas, la violencia de género, las energías alternativas, el control de las ventas de armas a países no democráticos, la preocupación por lo cercano (industria, comercio, agricultura, agua?) y que no debe caer en las garras de la globalización pues se despersonalizarían, etc. Nuestra cierta globalización no reside en el monopolio y control mundial de la economía, sino en nuestra vinculación con el planeta, con sus recursos y evitar su progresiva degradación; al fin y al cabo es nuestra casa, nuestra agua y nuestro aire.

Ya saben, voten lo que voten procuren mirar o escuchar dónde o quiénes se preocupan de estos temas y actúen en consecuencia.