Ciudadanos no va a ser el mirlo blanco que cabía esperar, pero quizá sea el comodín que decante la partida a favor de la derecha, porque las generales le sitúen en el fiel de la balanza. Eso seguramente favorezca al partido de Rajoy, aunque termine con la carrera política del actual presidente. Una coalición de gobierno PP-C's probablemente pasaría por otro presidente del Gobierno; o Rajoy gobernando en minoría con el apoyo parlamentario de Albert Rivera. Acostumbrado como está a los decretos-ley tener que pactar día sí, y día también, le puede resultar muy duro. Ciudadanos y el PP sumarían el 47,6% de votos y 183-194 escaños en el Congreso -la mayoría absoluta son 175-. Es una proporción similar a la que obtuvieron en las anteriores generales PP y UPyD (los datos son el voto estimado del sondeo preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas). El PSOE obtendría entre 77 y 89 diputados, el 20,8% estimado de votos y Podemos -sumando las distintas coaliciones- entre 45 y 49 escaños con el 13,5% estimado; IU obtendría el 3,6% y 3-4 escaños. En las anteriores PSOE e IU obtuvieron algo mas del 36% de votos y 121 escaños. La estimación del CIS, después de pasar el estudio por su experimentada «cocina», presenta un resultado bastante similar entre la izquierda y la derecha -el resto son los nacionalistas- al de las generales de 2011. Hay dos «balancines»: lo que sube Ciudadanos lo baja el PP, y lo que sube Podemos lo pierde el PSOE e IU. Esta parece haber sido la base de la estimación del CIS. La recogida de datos de la encuesta se realizó entre el 27 de octubre y el 16 de noviembre y una amplia muestra de 17.542 entrevistas.

El resultado, en mi opinión, va a ser bastante más ajustado, con todo el respeto a la experimentada «cocina» del CIS. Me explico: la participación va a estar en torno al 75,3%, frente al 68% de 2011. Y el 41,6% de los electores que piensan ir a votar, no tiene decidido por quién lo hará: son muchos. Hay dudas en intención de voto dentro de cada bloque, los balancines entre PSOE/ Podemos un 7,7 de los electores; o, entre PP y Ciudadanos el 11%. Para el resultado final, sin embargo, es más relevante las dudas entre derecha e izquierda: así entre PP-PSOE un 9% de dudosos; entre C's y PSOE otro 9; entre C's y Podemos un 6,6%; en total más del 25%, uno de cada tres de loa que tienen decidido votar, no tiene claro si lo hará por candidaturas de izquierda o derecha. Por otra parte, más de los dos tercios califican la situación política de mala o muy mala, una proporción mayor que en 2011, y las expectativas de cambio político son el récord de la serie.

También será clave el liderazgo y en ese aspecto los que salen mejor parados son Albert Rivera y Pedro Sánchez, frente a Mariano Rajoy y Pablo Iglesias. Aunque ninguno aprueba, Rajoy sigue siendo el líder más conocido y menos valorado, por eso tratan de evitar la foto junto al líder de C's, por eso sólo acudirá al debate con Pedro Sánchez. Ahí estará en juego en buena parte el 9% de votos que decíamos arriba.

La tendencia de la intención de voto, o de intención más simpatía, en el caso del PSOE es al alza desde hace un año -excepto en la última- y es el que obtiene mejores resultados. Ciudadanos y Podemos presentan una tendencia más claramente ascendente, este último aunque parece que se estanca en el sondeo de noviembre es porque parte de la intención está en el voto a las coaliciones -con Compromís, En Comú y En Marea-; y el PP, excepto en éste último, sólo presenta una ligera tendencia al alza, pero parte de niveles muy bajos, menos de la mitad que cuando ganó las elecciones. IU mantiene una electorado fiel, incluso se recupera muy ligeramente, a pesar de la pérdida que le supone la coalición en Cataluña de ICV con Podemos

Esta campaña va a ser muy larga, y además mucho más austera. Por todo eso son las elecciones más abiertas desde las primeras generales. Y, será clave la movilización de los sectores más afines a cada partido.