Prepárense para un cambio, si no de la norma, al menos del procedimiento. Siempre hay un antes y un después cuando los cristales rotos caen en patio grande. El Hércules se quedó en la cuneta en 2011 pese a ganar al Alcoyano en la eliminatoria copera a partido único, una vez se conoció que el defensa Samuel arrastraba sanción del año anterior militando en el Elche. Tampoco entonces jugador y club, tal y como ha ocurrido esta semana con Cheryshev y Real Madrid, tuvieron «notificación personal» sobre el castigo que se arrastraba -argumento base de la defensa esgrimida ayer por Florentino Pérez para librarse de la eliminación que les acecha- y el Hércules se quedó fuera. En todo caso, ahora el damnificado es el Madrid y eso, de una forma u otra, conlleva consecuencias. Mientras los tribunales deportivos resuelven lo que no admite discusión (hubo alineación indebida), esa caja de resonancia que amplifica todo lo que pasa por el Bernabéu debería servir para cambiar el método de una vez por todas: Es la Federación antes de iniciar el torneo quien debería comunicar directamente a cada club participante en su competición el nombre del futbolista que no puede ser alineado al acumular una sanción de la temporada anterior. Con más razón si el jugador en cuestión recibió el castigo como profesional en otra entidad distinta. Vale que al Madrid, con una multitudinaria plantilla administrativa, no deberían pasarle estas cosas. Pero también puede ocurrir en la casa del pobre. Y no tiene porqué.
