¿Quién en su sano juicio y con un mínimo de decencia puede oponerse a que el Ayuntamiento de Alicante destine más dinero para favorecer el alquiler social a quienes no tienen vivienda? Precisamente por ello, es inaceptable el cinismo del equipo de gobierno local que pone a los vecinos entre la espada y la pared al pedirles que renuncien a los 500.000 euros para actuar en los barrios el próximo año y así destinar ese dinero a alquiler social. Son el PSOE, Guanyar Alacant y Compromís, y no los vecinos, quienes elaboran los presupuestos con las prioridades para la ciudad. Es obligación del equipo de gobierno, y no de los vecinos, decidir entre lo esencial, lo importante y lo superfluo. Si consideran que las inversiones en los barrios no son necesarias, que no busquen subterfugios y lo digan sin presiones hipócritas a unos vecinos que, por ejemplo en la Zona Norte, destinan el dinero a pagar el comedor escolar de los niños. ¿Arreglar la carretera de Urbanova para evitar accidentes de tráfico no es importante? También parece esencial, o debería serlo, para un gobierno de izquierdas. Si tan importante es el alquiler social, que lo es, ¿cómo es posible que el tripartito sólo haya previsto gastar 50.000 euros el próximo año en un presupuesto de 245 millones?, ¿por qué no puso los 500.000 desde el principio?, ¿por qué debe hacerse a costa de la calderilla aumentada en 150.000 euros para 2016 que se invierte en los barrios? Seguro que los vecinos, si les dejan gestionar a ellos, encuentran partidas de las que recortar ese dinero, pero es trabajo del tripartito gobernar y decidir.
