Por lo que se deduce por su aparición en la prensa, nuestro concejal delegado de Urbanismo, Imagen Urbana, Vías públicas, Conservación de Inmuebles y Patrimonio anda atareado, entre otras cuestiones, en la exigencia del cumplimiento de la Ordenanza reguladora de actividades temporales con finalidad diversa en la vía pública y, probablemente interesado, en que se liquide de manera correcta la «Tasa por ocupación temporal de terrenos de uso público con mesas y sillas con finalidad lucrativa». Según otras opiniones, parece que lo que está haciendo es «perseguir al tardeo».

Como administrado, me causa satisfacción que nuestros ediles se preocupen por el cumplimiento de la legalidad y, como es en este caso, se racionalice la actividad lúdica que especialmente en los fines de semana se realiza en el entorno de la calle Castaños.

La calle Castaños es una vía especial de nuestra ciudad, la primera que se peatonalizó hace casi un cuarto de siglo; bueno, aunque se peatonalizó por fases y solamente ciertos tramos. Uno de estos tramos es el que une la calle del Teatro con la calle del Médico Pascual Pérez y que linda con la fachada izquierda del Teatro Principal.

Hace años cuando se hicieron las últimas o penúltimas obras en la calle Castaños, en el tramo limítrofe al Teatro Principal se realizó el cierre al tráfico y se realizaron unas actuaciones urbanísticas un tanto extrañas, pues en la zona central de la calle peatonalizada se acotaron, con unos angulares metálicos, varios espacios rectangulares, cuyo destino parecía ser de setos o pequeños jardines; pues bien, en algunos de estos espacios se plantaron unos setos y otros quedaron con un firme de zahorra que contrasta con el resto del pavimento. En principio no me atrevía a opinar sobre estas actuaciones, por no meter la pata, no vaya a ver que fuese algo moderno, diseñado desde alguna Concejalía creativa, lo que no estaba al alcance de mis conocimientos.

Pues bien, como ha pasado el tiempo, los setos están bastantes chungos y, cuando llueve, la zahorra se encharca, me atrevo a pensar de que a la autoridad competente se le ha olvidado el estado del tramo de la calle Castaños, limítrofe al Teatro Principal, entre la calle del Teatro y la calle del Médico Pascual Pérez.

Por eso, ahora que la autoridad está poniendo orden, ordenanza en mano, en la zona de la calle Castaños no estaría de más que, esta misma autoridad, incorporase en su agenda la adecuación urbanística de la calle Castaños en la fachada izquierda del Teatro Principal, que es además el mejor teatro que tenemos en nuestra ciudad.