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Desde mi terraza

Luis De Castro

Madurez democrática

El sábado me reconcilié (una vez más!) con el teatro. La inolvidable Colometa de la novela de Mercè Rodoreda La Plaza del Diamante se hizo carne en la persona de Lolita (Flores). Nunca imaginé que aquel personaje que me fascinó en mi juventud, y que más tarde se materializaría en la pantalla gracias a la dulce Silvia Munt, cobraría años más tarde toda la humanidad y desgarro que la hasta ahora conocida cantante ha imprimido sobre el escenario. Lolita ya apuntó maneras en el cine, también en una notable obra de ambiente caribeño (Ana en el trópico), pero con evidentes deficiencias vocales que ha superado casi totalmente. Tras los «sofocos», espectáculo que duplicó, y que era claramente «alimenticio», llega este monólogo que la consagra como notable actriz dramática, y que este verano remató desde un punto de vista cómico en Mérida con la exitosa Asamblea de las mujeres de Aristófanes. Bienvenida al teatro con mayúsculas, Lolita!

Los hombres y las mujeres luchadores como Colometa abundan, mucho más de lo que pudiera pensarse. Ayer mismo asistí al acto anual de conmemoración de la creación del Archivo de la Democracia, valiosísimo elemento para que la memoria perdure sin rencores y que nos sirve para avanzar sin olvidar nuestro pasado, que forma parte de nuestro hoy. Y descubro en los últimos tiempos una preocupación y mayor participación del conocido como pueblo llano en las cuestiones sociales, inevitablemente unidas a las cuestiones políticas. Aquel no muy lejano 15M, que reunió en la Puerta del Sol a miles de ciudadanos de toda condición exigiendo poder participar en la cosa pública, parecía adormecido pero no es así. Aquel movimiento, ya reposado y tamizado por la realidad sigue en pie; y una prueba de ello es el incipiente proyecto de recuperación del ruinoso Cine Ideal, uno de los pocos restos del denominado Art Decó que quedan en la ciudad, y que unos cuantos ciudadanos (encabezados por el siempre luchador Paco Huesca acompañado por un para mí desconocido Juan S. Sala), han puesto en marcha con muchos visos de que el proyecto se convierta en realidad. El Ideal, inmueble situado junto al Teatro Principal y en un área que -más o menos- mantiene la identidad y armonía arquitectónica que nunca debió resentirse, tiene para muchos alicantinos un gran valor sentimental, donde vimos Sansón y Dalila o Espartaco en nuestra infancia y años más tarde Tiburón. El local dispone de escenario, lo que permite añadir el teatro como un elemento más de interés en la idea de centro multidisciplinar. Si la idea se materializa se trata de adquirir en propiedad o alquiler a largo plazo el inmueble, con titularidad pública a tres bandas (Generalitat, Ayuntamiento y Diputación Provincial) más una parte a cargo de la ciudadanía que esté dispuesta a dedicar un euro mensual durante 18 meses, para hacer frente a un adelanto del crédito bancario necesario, corriendo a cargo del colectivo que nos ocupa la restauración y gestión de la Sociedad Artístico Cultural en ciernes de creación. El lema es «Recuperar en vez de destruir; reabrir en vez de reconvertir». La idea está avanzadísima y es cuestión de los ciudadanos que cobre realidad. No es el único caso de iniciativa popular en cuanto a la creación de espacios culturales; en Madrid es un ejemplo el conocido como Teatro del Barrio que impulsó un grupo de componentes del grupo Animalario y cuya cabeza visible es el comprometido y buen actor Alberto San Juan. Y hasta el conocido actor Manuel Galiana ha creado un teatrito para cuarenta personas en su barrio, cerca de la Glorieta de Embajadores madrileña. Todas estas iniciativas ciudadanas, y más en concreto la que ahora nos ocupa de la recuperación del Cine Ideal, me hace pensar que los ciudadanos hemos llegado a la deseada madurez democrática, que pasa por la madurez cultural. No todo está perdido y parece llegada la hora de que no seamos súbditos sino ciudadanos comprometidos con nuestro entorno. Es de suponer que el proyecto se anunciará y explicará debidamente en su momento; y es responsabilidad de los alicantinos responder de forma activa a la magnífica iniciativa de recuperación patrimonial e histórica «Salvem el Ideal».

La Perla. «Hay que volver a la muchedumbre; su contacto endurece y pule, la soledad ablanda y pudre». (F. Nietzsche)

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