Eran las 14 horas del pasado viernes cuando recibimos una llamada en la que nos decían que no fuéramos a tocar al partido España-Inglaterra en el Rico Pérez. Tras la noticia nos quedamos perplejos. Llevábamos semanas preparando esa actuación. Desde la Sociedad Musical nos habíamos puesto en contacto, incluso con la Banda Real para conseguir las partituras del himno de Inglaterra y el himno nacional y tocarlos como protocolariamente correspondía en el citado evento.

Los músicos habíamos quedado tan sólo cuatro horas después para irnos hacia el estadio en autobús y hacer un ensayo previo al partido. Para ello, muchos componentes de la banda habían tenido que sacrificar y modificar horas y turnos de trabajo para poder asistir porque en nuestra banda la música es una afición y no un trabajo oficial. Por tanto, la gente busca hueco de donde se puede para asistir a los actos.

Supuestamente, la explicación que nos dieron es que la Federación inglesa no quería a nadie que no fuera futbolista en el terreno de juego. Dicho esto, ¿se podría haber buscado otra localización dentro del estadio para interpretar los himnos? No, esta opción tampoco era viable, ni tan siquiera era una alternativa porque ya no contábamos con las 70 entradas que nos habían prometido para disfrutar del partido. Sólo teníamos 40 entradas y 30 músicos debían quedarse en casa después de haber modificado sus ritmos de vida.

No entendíamos nada, ni lo entendemos aún. Nos sentimos estafados y engañados, como tantas otras veces en nuestra Comunidad, que es la más rica en cultura musical y es la que cuenta con más bandas y sociedades musicales en España.

¿Es lícito que se maltrate así a una formación que con ilusión y ganas se había preparado para este evento? Consideramos que no. Con más de 150 años de historia que llevamos a nuestra espalda como sociedad musical nos hemos sentido engañados y burdamente utilizados.