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Marc Llorente

Kafkiana tormenta

Kafka enamorado Teatro Arniches de Alicante

De Luis Araújo.

Dirección: José Pascual.

La Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos establece una manera de responder a las preocupaciones intemporales o de nuestro tiempo. Prosiguió el sábado con más obras. Una de ellas la vimos en el Arniches y está escrita por el veterano Luis Araújo y producida por el Centro Dramático Nacional. Kafka enamorado (que coincide con el Shakespeare de la película) nos acerca al influyente escritor (1883-1924) para mostrar una síntesis de su historia, donde se recuerda a su autoritario padre y se resalta la conflictiva relación amorosa (epistolar en buena medida) que tuvo con Felice, mujer emprendedora en aquella época pero con intereses convencionales que chocaban con la compleja personalidad del checo. Se necesitan, son incompatibles y él prefiere sólo el refugio de la literatura, «la conciencia del mundo». Cultivar el interior y expresar sus gritos, ante una realidad hostil, como forma de ser y estar. Fernando Coronado y Beatriz Argüello acogen los papeles dignamente y con limpieza en esta respetable producción. Eso mismo se puede decir de Juan Carlos Arráez, quien asume varios personajes, entre ellos el de editor y amigo de Franz. Coronado lleva la voz cantante con una meritoria y sobria tarea en general, y utiliza la narración para dar lugar a las variadas situaciones en un espacio de corte expresionista, simbólico y poético. Un tinglado de madera con las atmósferas que los pasajes solicitan. La puesta en escena del director alicantino José Pascual sienta las bases del buen texto de Luis Araújo y lo pone en pie acogiendo las expresivas intenciones del autor. La actriz interpreta también a Grete, la amante de un Kafka atormentado que vivió con intensidad pese a sus problemas psicológicos y físicos, lo que le empujó a reflejar las ansiedades, el absurdo y la alienación humana, caracteres del existencialismo. Sus relatos pasaron prácticamente inadvertidos hasta después de fallecer. Una de sus parábolas, La metamorfosis, de la que oímos unas líneas, presenta a un hombre convertido en un monstruoso insecto. La ficción y la realidad se funden, y de la tarea burocrática que realizó extrajo ideas para su escritura.

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