El CIS tiene su propia «cocina» y no la explica porque «cada maestrillo tiene su librillo» que dicen los mayores. Así si en intención directa de voto -los que dicen a quién piensan votar- ganaría el PSOE con un 16,6, si le sumamos la «simpatía» sigue ganando con el 20,5. El PP se quedaría con un 15 y un 18,1 respectivamente. Luego el CIS lleva los ingredientes a la «cocina» y le da al PP el 29,1% de votos; al PSOE el 25,3; a Ciudadanos un 14,7; Podemos el 10,8 y a IU el 4,7. Ese es el resultado estimado. Pero vamos a ver alguno de los ingredientes que yo intuyo de la «cocina».

De los que votaron al PP en 2011, la mitad le volverían a votar mañana si hubiera elecciones. Pero sólo reconocen haber votado a los de Rajoy el 33% de los encuestados, cuando en realidad al partido del Gobierno le votó un 44%, lo que significa que mantiene el 22% de los votos emitidos en 2011, en torno a seis millones de ciudadanos si contamos voto + simpatía y además «rasca», entre otros, de los nuevos votantes, y de la fenecida UPyD. El 10% de los votantes en 2011 dice que no votará a nadie o votará en blanco; y más del 20%, dos millones de votos, se van a Ciudadanos. Los caladeros más disputados entre PP y C's son los agricultores y los pequeños empresarios y comerciantes autónomos. Y otro 5% de los que votaron PP en 2011 dicen que ahora lo harían al PSOE, aquí los sectores más disputados son jubilados y pensionistas -que votan más al PP- y amas de casa -que votan más al PSOE-. Todos estos sectores son los que se dirimen en la campaña y, en mi opinión, el PP estará más cerca del 25% que del 30%. Si C´s sube, el PP baja, por el «efecto balancín».

De los que votaron al PSOE en 2011 le votarían mañana dos de cada tres si incluimos voto + simpatía. Casi el 30% recuerda haber votado a los socialistas, le votaron un 29,7%; dos cada tres serían cuatro millones seiscientos mil votos, a los que habría que sumar uno de cada cinco jóvenes que vota por primera vez; el 12% de los que no votaron, un millón de ciudadanos que tendrían que movilizar. El 5% que disputa con el PP, son medio millón en estos sectores: pensionistas y amas de casa, más los abstencionistas y los jóvenes que votan por primera vez. Podemos y el PSOE compiten por el voto de los parados, obreros cualificados, aquí también con C's, y obreros no cualificados. Es el otro «balancín», Podemos baja o se estanca si el PSOE sigue subiendo; y el PSOE puede alcanzar, en mi opinión, en torno al 30%.

A Izquierda Unida (ICV en Cataluña) le votarían mañana un 40% de 2011, si contamos voto más simpatía, pero es la misma proporción de votos que se le fuga a Podemos, mientras apenas recoge el 2% de otros partidos y de los nuevos electores donde más un 5%.

En Podemos el voto más simpatía supondría el 10,2% (un 10,8 en estimación) de los electores. Los suma de 4 de cada 10 de IU; el 12% de los que votaron al PSOE más el 2% del PP, un 11,5 de UPyD, el 5% de CiU y en torno al 10 de los abstencionistas, en blanco, no votaron o no recuerdan. Con una participación como la del 2011 eso serían unos dos millones y medio de votos.

A favor del PSOE juega la ubicación de los votantes en el centro izquierda (4,74), que es donde además sitúan al PSOE (4,40) mientras que C's lo ubican en la derecha con el 6,38. El PP más a la derecha con el 8,21 y Podemos e IU más a la Izquierda con el 2,25 y el 2,57 respectivamente; y que Pedro Sánchez es el líder nacional más valorado con un 3,84, un punto más que Rajoy.

La situación económica se percibe como empeorando, pero se esperan cambios. Los problemas de España y los españoles son el paro, la situación económica, la corrupción, sanidad, educación, calidad en el empleo y ¡los nacionalismos! Los más preocupados por este tema son los votantes del PP y de Convergència, y por categorías empresarios, profesionales y cuadros, y comerciantes y pequeños empresarios. ¿Curioso, no? Según los temas que centren la campaña se movilizarán más unos sectores y categorías u otros.