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Antonio Sempere

Centro Médico

¿A la enésima irá la vencida? Las tardes de La 1 están en barbecho desde no se sabe cuándo, y ahora llega un Centro médico a salvarlas. Ya podemos imaginar. Un programa de salud puesto al día a la manera de la televisión que se practica hoy. Nada que ver, intuimos, con aquellos formatos iniciáticos que fundó Manuel Torreiglesias en plena transición (el nombre ya era revolucionario para aquellos tiempos, Escuela de salud), ni con los didácticos consejos del centenario Más vale prevenir de Ramón Sánchez Ocaña, que recorrió de la A a la Z todas las enfermedades posibles.

Ahora toca introducir un poco o un mucho de realidad. Los de Comando actualidad saben mucho de eso, y la semana pasada trazaron un itinerario por las clínicas de rejuvenecimiento que fue como un recorrido por el pasaje del terror. En Centro médico tiene que haber casos reales, emociones, testimonios, espectáculo, no queda otra.

La sequía ha durado mucho. A nadie le cabe en la cabeza que desde hace un año las tardes de la televisión pública se hayan abastecido con un lote de películas para televisión procedentes de distintos países europeos. Como tampoco tiene ningún sentido que La 2 rellene sus huecos de la mañana y de la tarde con películas de garrafón.

Echo en falta tanto en La 1 como en La 2 un espacio magacín a la altura de las circunstancias. Un programa de plató pegado a la realidad y pensado con un criterio de verdadero servicio público. Esto es, ni más ni menos que un programa sensato, que no ofenda, y si puede ser bueno, bonito y barato. La verdad es que Quim Cuixart hizo algo así durante 1.500 días en Sant Cugat. Y el día más visto, apenas éramos 50.000. A ver si el problema va a ser nuestro.

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