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Crónicas precarias

La verdadera unidad popular soy yo

Sí, los rumores eran ciertos. Después de mucho pensarlo, he decidido dar un paso adelante y presentarme a las próximas elecciones. Lo haré encabezando la lista de un nuevo partido de confluencia de la izquierda que he puesto en marcha yo misma. Se trata de un proyecto de unidad popular rebosante de ilusión surgido de la necesidad de cambio y regeneración en el escenario político actual. Su nombre es Partido de la Verdadera Unidad Auténticamente Popular Sí Puede en Común la Izquierda (PVUAPSPCI).

Nuestros principios son claros: a favor de la bondad y en contra de la maldad. Defendemos a las personas humanas frente a las élites extractivas. ¡Arriba la gente, abajo la no-gente! Y condenamos la corrupción, claro. ¡Ah! Y no nos gusta la derecha. La derecha lo hace muy mal.

Pero lo más importante, lo que nuestros votantes deben valorar realmente, es que nosotros somos la verdadera izquierda, la izquierda fetén, la izquierda que realmente puede cambiar las cosas. No como todos esos partidos de nuevo cuño que no tienen claras sus directrices y solamente confunden a la ciudadanía y dividen el voto. No confiéis en ellos. No son la auténtica confluencia. ¡Malditos bastardos sin alma, cómo les odiamos!

En el PVUAPSPCI sí que hemos entendido el mensaje de la calle. Por eso, tras semanas y semanas de negociaciones y debates, renunciamos a disolver nuestra identidad en una sopa de siglas con cualquier formación en decadencia. Nuestra asamblea de militantes (son 12, pero muy comprometidos) también votó en contra de constituir una coalición con alguno de estos proyectos recién nacidos que van apareciendo como setas. Nos dimos cuenta de que cualquiera de estos pactos sería un ejercicio de vieja política y a nosotros eso no nos va. En todo caso si fuera vintage nos lo pensábamos, pero vieja, nada.

Sacar adelante nuestra candidatura no ha sido fácil: le das una patada a un árbol y te caen 40 partidos de izquierda. Eso no puede ser, a lo mejor tienen buena voluntad, pero están completamente fuera de la realidad. No tienen programa ni visión de futuro y no comprenden los problemas de los españoles. Encima, parece que no se dan cuenta de su error. Les puede el ego. ¡Qué perjudiciales son las ansias de poder! Menos mal que en el PVUAPSPCI sí somos conscientes de nuestro compromiso con el pueblo. Que no lo hacemos por gusto, ¿eh? ¡Con lo tranquilos que estábamos nosotros en nuestra vida normal! Pero cuando uno asume una responsabilidad, tiene que llegar hasta el final.

Vamos a por todas, salimos a ganar. En las papeletas pondremos un dibujo de un unicornio, el animal que sin duda representa a la voluntad popular. Todavía estamos cerrando la lista electoral, pero de momento cuento con mi madre, un vecino con el que iba de pequeña a natación, el camarero que siempre me hace dibujitos en la espuma del café, dos compañeras de la facultad y mi dentista. Me parece un equipo potente y con muchas ganas de alcanzar la victoria. Además, estoy intentando cerrar un fichaje de última hora: Beyoncé. Si acepta, la pondré de número cuatro y se encargará de cerrar todos los mítines al ritmo de Single ladies. Por lo menos pasaremos un buen rato.

Vota PVUAPSPCI. Vota cambio. Vótame a mí.

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