El historiador y diplomático Ángel Viñas acaba de publicar La otra cara del caudillo. Mitos y realidades en la biografía de Franco (Crítica). Para los historiadores, Viñas es una conocida autoridad en el estudio de la Segunda República (imprescindible su trilogía), la Guerra Civil, sobre todo en el marco internacional y el franquismo. Su último libro dedica un capítulo entero a desmontar el mito de que Franco no tenía apego por el dinero, personaje austero según la mitología del régimen y se centra en el origen de su fortuna. En otro describe sus «querencias pronazis evidentes», algo que no era exclusivo del cuñadísimo Serrano Súñer, el retrato del caudillo que le resulta más convincente es el de un «dictador camaleónico». El libro tiene visos de ser un referente biográfico sobre el dictador después de la biografía de Paul Preston.

Viñas aporta la información que el dictador habría obtenido 34 millones de la Operación Café, cuando el presidente brasileño Getulio Vargas donó a Franco 600 toneladas de café que se acabaron vendiendo, y según del expediente hallado por el historiador, siete millones y medio se habrían ingresado en la cuenta corriente del dictador. Efectivamente, como señala Viñas, no se puede decir que Franco fuera corrupto, porque Franco era la «fuente del Derecho y representación del Estado mismo», pero aporta la prueba de que la corrupción no ha sido exclusiva de la democracia y existió durante la dictadura.

Cuarenta años después podemos afirmar que durante la dictadura se dio una propaganda «atronadora» como define Viñas sobre el Régimen. A todas horas se ensalzaba al «caudillo» en el Nodo, haciendo de gran pescador o de inaugurador de pantanos. Podemos refutar pues la tan manida frase de que «con Franco se vivía mejor» a que con «Franco no se vivía mejor». De hecho, el nivel de vida de los españoles era infinitamente más bajo que el actual. ¿Quién vivía mejor con Franco? Efectivamente, como señala el historiador, los paniaguados del régimen (por cierto, muchos de los cuales luego cambiaron la chaqueta, haciéndose demócratas de la noche a la mañana). El libro de Viñas también cuestiona la creencia de que el Estado de Bienestar comenzó con Franco: «es mentira, lo que Franco hizo fue continuar (según señalan también expertos como Jordi Maluquer), las mejoras que el Instituto de Estudios Sociales había introducido desde principios del siglo XX, nada más», asegura Viñas.

En La otra cara del caudillo, Viñas razona respecto al distanciamiento germanófilo en la Segunda Guerra Mundial, «Franco tenía unas querencias pronazis evidentes, sobre todo expresadas tras la victoria». Queda otro mito más por investigar, el de que nos libró de la Segunda Guerra Mundial. Se nos anuncia para un próximo libro. Estaremos atentos.