Pues sí, «c 'est finí,» que solía sentenciar Rafael «El Gallo» en el final de temporada. El controvertido ciclo 2015 echa abajo el telón con dos mano a mano: Talavante frente a López Simón en Zaragoza, sábado 17, y domingo 18 del mes en curso, en Jaén, el jinense José Carlos Venega también con López Simón, esa novedosa sensación del año. Con apreciable disminución en el número de festejos que la crisis, ¿no será de aficionados también?, ha obligado a programar con cuidada mesura. Un ciclo que, junto a los consagrados, de sobra conocidos y celebrados, ha ofrecido la aparición de nombres que pueden aportar renovada savia que anime y dinamice el toreo. Por estilos contrapuestos, y a la vez atractivos, valgan los nombres de Diego Urdiales y López Simón, el torero que, vistas las entusiastas reacciones, tanto echaba en falta Madrid como algo cercanamente suyo. Falta que el imperante sistema no se oponga a la lógica apertura de carteles. Así se hace realidad la rivalidad, el estímulo, la controversia en las tertulias. La Fiesta se enriquece con la variedad, sí. Fin de ciclo... Ciclo el finalizado en que las fuerzas «antis» se han venido mostrando más agresivas y amenazantes, incluso violentas para la integridad física de profesionales y aficionados. Desde que el extremismo se quedó sin referente, caído el muro de Berlín, esa tropa, la española sobre todo, enarbola sus afanes contra todo aquello que tenga que ver con realidades de la cultura, las instituciones y los acervos de honda tradición. Hacen del odio y el rencor armas amenazantes. En pro de la defensa de los animales irracionales, loable empeño compatible, no dudan en menospreciar a los racionales por nuestra afición al toreo, actividad cultural al decir del Parlamento español y el ministerio de Cultura. En Alicante ciudad, la edil «La Roja», imputada por sus groserías, anda empeñada en acabar con los festejos taurinos y convertir el coso en un edificio para la cultura. Como si no lo viniera siendo desde siempre. Pura miopía fin de ciclo...
El pasado 8 del presente mes, dejaba su terrenal morada, en Madrid, Luis Alegre Gay. El Alegre que formó significada parte de la dinámica trinca empresarial conocida como Alegre, Puchades y Barceló. Treinta años, de 1952 a 1982, de estrecha y fructífera colaboración con la empresa alicantina Viuda de Alfonso Guixot, partícipe en Benidorm, etapa más fructífera, y en Murcia. Apoderó a José Maria Manzanares padre, al murciano Alfonso Romero y a «El Inclusero». Excelente aficionado, cercano en la calidez en el trato. Ya en su celestial Patria. Fin de ciclo. Alicante. Octubre.
