Grand Gala Tchaikovsky
Teatro Principal de Alicante
Compañía: Russian National Ballet.
Dirección: Sergei Radchenko.
Volvió el énfasis neorromántico de Tchaikovsky con los memorables toques poéticos y festivos del compositor de La bella durmiente, El lago de los cisnes y El Cascanueces, trilogía imprescindible en la historia del ballet clásico que creó escuela. La música, la danza y la dramatización exhiben buena mezcla con los solistas y el equilibrado cuerpo de baile. El tradicional repertorio de posiciones y pasos se muestra con la sensibilidad y el vigor del equipo que dirige Sergei Radchenko con la disposición de relanzar y sacarle lustre a las coreografías de Marius Petipa. La depurada técnica, las puntas, el colorido y la precisión definen las escenas seleccionadas para la segunda mitad de la Grand Gala Tchaikovsky con el Russian National Ballet (1989). Por vez primera en Alicante, donde comienza la gira en memoria de la bailarina y coreógrafa de nacionalidad ruso-española Maya Plisétskaya (1925-2015). Vemos trazos de danza rusa, española, china... La bella durmiente, basándose en el cuento de Perrault, se estrenó en 1890. El maleficio sobre una princesa hasta que se rompe con el beso del oportuno príncipe. El lago de los cisnes, que parte de tradiciones folclóricas y leyendas, lleva la coreografía de Petipa e Ivanov estrenada en 1895, después de fracasar la de Reisinger en 1877. Un príncipe y su amada, cisne de día, mujer de noche. Sólo una promesa de amor eterno puede romper el hechizo. El Cascanueces (1892) tiene una ajustada composición apoyándose en el cuento de Hoffmann con un sueño infantil en Navidad y el muñeco convertido en príncipe. La primera parte ofrece Obertura Fantasía Romeo y Julieta, poema sinfónico de 1869 que no se debe confundir con la partitura de Prokofiev destinada a la tragedia de los amantes de Verona. Una leyenda, a partir de Shakespeare, con el choque entre el idealismo y el mundo real. Notas con sentido dramático y sentimental y dos poderosas familias que se odian. La plasticidad y la conjunción quedan latentes en la coreografía de Radchencko. El público inundó el Principal. Y sigue la rica tradición del ballet ruso.
