Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tono Marín en la Diputación

La exposición que podemos ver en el Palacio Provincial, realizada por la Diputación de Alicante, de la trayectoria fotográfica de Tono Marín era muy deseada por el sector del arte y la cultura, en cuanto que su nombre, como ocurre con casi todos los creadores alicantinos, había quedado un tanto oculto. Todo el mundo estaba a la expectativa de la recuperación, por parte de la institución pública, de un autor que ha sido clave para el desarrollo de la fotografía en Alicante. Un autor reconocido con premios nacionales, que supo aportar su visión personal tanto en la documentación gráfica de un momento tan importante como la transición, como en el tratamiento de la imagen costumbrista, y sobre todo, en la investigación de las posibilidades plásticas, técnicas y conceptuales, de la fotografía. El que la fotografía haya tomado un gran protagonismo, en los últimos años, nos hacía pensar que la revisión de la obra de este autor se podía hacer desde los medios que la actualidad de la crítica, de la historiografía, del comisariado de exposiciones, están utilizando para la recuperación de estos autores que suponen un momento muy significativo en la evolución de este medio.

En esta retrospectiva esperábamos una mayor profundización en el análisis de una obra que abrió Alicante a la investigación no solo de los temas de las imágenes sino también de su tratamiento técnico. Sus fotografías de grano grueso son un ejemplo de esa manipulación de los negativos con los que fue capaz de reestructurar, dar otro carácter al papel fotográfico, muy cercano al grabado, en una visión más moderna de la plasticidad de la fotografía y el dibujo. En esta exposición vemos algunas de las piezas fundamentales de la investigación planteada en sus collages, por la que tuvo el mayor reconocimiento en su momento, pero no está tratado en profundidad el desarrollo de sus conclusiones. No hay una mínima contextualización del momento que estaba viviendo la fotografía en su época, ni una comparativa con el momento actual, con textos de especialistas, artistas o teóricos. La muestra carece del rigor requerido en un trabajo de recuperación. Un catálogo de 20 hojas da la talla de lo insuficiente de la inversión hecha por la institución en este empeño. Si esta fuera una exposición más dentro de la trayectoria de un artista novel, se podría justificar. Pero en una retrospectiva, no contar con el análisis riguroso de su trayectoria, a través de obras y documentos, no es propio de una institución pública.

Tono Marín protagonizó un análisis comprometido con la compresión de un momento social y cultural muy importante por los cambios que planteaba, realizando su propia reflexión desde la imagen fotográfica. Pero, con esta simplificación tan parca en medios, ¿estamos homenajeando al artista?

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats