Las declaraciones de Enrique Ortiz abriendo la puerta de salida del Hércules si el alcalde aparece con un empresario solvente dejan la pelota en el tejado de Echávarri, quien sobre este tablero ha desplazado más deprisa las palabras que los hechos. El movimiento de Ortiz mostrando dócilmente su cuello para ser rebanado obliga al alcalde a concretar el relevo en la dirección del Hércules -tantas veces mentado en su campaña electoral- para no quedar en ridículo. Demasiados 'tuits' y 'retuits' para que @gechavarri pueda escabullirse de tan complicada misión sin que se note. Y va a necesitar más de 140 caracteres para convencer a alguien de que además de depositar 7 millones para acudir a la anunciada subasta de acciones y estadio propuesta por el IVF, también debe estar preparado ante la posibilidad de tener que aumentar el desembolso hasta los 18 para no tener que salir por piernas si, como parece, Bruselas baja el pulgar y ordena devolver hasta el último céntimo. Llegado el caso, para eso sí que van a hacer falta arrobas.
