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Con estilo

A un segundo del éxito...

Y a un milímetro del abismo... así es como se vive todos los días en una agencia de comunicación. Y si no que se lo pregunten a todos mis «compis» de profesión y no digamos ya a los comunicadores creativos. El viernes pasado, a puntito de la histeria colectiva, rogaba a Dios (que no es por nada pero lo visito todos los días en la Catedral, vamos que es vecino mío muy bien avenido...) que me iluminase un poquito más, porque la verdad es que en esta vorágine que vivimos desde que la crisis nos hizo puré, no va viniendo nada mal. La cosa se solucionó, porque tuvimos la suerte de contar con una mujer de bandera, Beatriz Milleiro, y sus joyas increíbles que viste, entre otros, los cuellos de bellezas como Carolina Casado (a su boda asistió ayer levantando pasiones). Y así, así, nos fuimos a París (que vale más que una y dos misas, todo sea dicho de paso) con los deberes hechos. Y en ello Adriana Ugarte lista para volar y ser la más bella del firmamento o mi querida Clara Courel feliz de saber que ambas podrán protagonizar un desfile maravilloso que hará las delicias de la «cude people» o del universo «cool» de una ciudad que lo mueve todo, hasta el alma y el corazón. Pues a lo Mario Casas, y sin ruedas, derrapamos hasta la carretera de esta aventura en la que mis queridas Ana y Elena Jurado nos acompañarán también mañana en ese «levántese el telón» que consagrará del todo al genial Ion Fiz junto a firmas de nuestra tierra que le acompañan en un sueño, mejor dicho un presagio, que tuvo una noche y que se ha hecho realidad. Cristina Stoico se subió al avión soñando también, porque a sus 18 preciosos años, este París supone una piedra angular en su carrera. Y mi Juan, mi querido Juan, recordaba que a la pobre Diana (mi Diana) la vamos a «torturar» mañana cuando la abordemos al teléfono hasta el dolor. Pero al final, cada sueño tiene este coste, y cada coste te hace después saber que lo bueno, lo verdaderamente bueno es tener la oportunidad de vivirlo y de hacerlo. Como así harán las chicas de la Fashion Week que, a la vuelta de esta Francia glamourosa, nos verán aterrizar agotados para seguir haciendo milagros en nuestra tierra, en un ADDA fantástico que verá también una suerte de Filarmónica de Londres, que a pocos sitios acude. Esta tierra donde empresarios del zapato, de la industria del complemento, creativos, compañeros de la ilusión publicitaria y comunicadora y muchos más nos esforzamos cada día por sortear todos los inconvenientes, esta tierra es de un país donde ser «micropyme» es como para evadir el dolor de muelas (o incluso tirarte a la caja de lexatines pero de cabeza y sin freno). Se levantará el telón y cuando se cierre, otro grande, mi querido Manuel Espuch abordará esa España que todo lo puede, entre mantones de Manila, y muchísimas mujeres increíbles para ayudar a APSA, el próximo 22 de octubre y realzar la belleza de la Casa del Mediterráneo (por eso de seguir haciendo «terreta»). En resumen, volveremos a seguir viviendo «al filo de los imposible» (enhorabuena Macarena Huesca por el galardón-homenaje que te ha concedido la Policía Nacional) sabiendo que hasta eso, Lo Imposible, no se rodó en Alicante por casualidad, sino porque es nuestra esencia en pleno. Feliz domingo.

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