Desde Compromís nos hemos opuesto desde un principio al proyecto de Mercado Central aprobado por el anterior equipo de gobierno porque entendíamos que la propuesta era inviable. Consideramos que especialmente inviable es concentrar 400 plazas de aparcamiento en pleno centro de la ciudad, afectando a la movilidad de todo el municipio. El carrer Major de la Vila no reúne las condiciones necesarias para evacuar el tránsito de automóviles, camionetas y camiones que podría atraer el citado proyecto.

Recientemente, la empresa adjudicataria ha realizado otra propuesta que supone dar salida a este flujo de vehículos por la calle de la Victòria, la Corredora y la plaça de Baix. Para ello, se tendría que invertir el sentido del tráfico en estas dos últimas vías y peatonalizar parte de la Corredora hasta la Glorieta.

En nuestra opinión, esta solución es aún más inviable que la anterior. Además de la congestión, más que evidente, que eso supondría, se obliga a cortar el tráfico en una vía vital para el centro de la ciudad; tanto para los ciudadanos que ahí viven y trabajan como para el comercio y el resto de las actividades de la zona.

Una cosa es semipeatonalizar la Corredora con el objetivo de promover la movilidad sostenible y, otra muy diferente, cortar la calle dificultando el acceso a la zona centro tanto de los vecinos como de los servicios públicos. Además de obligar a desviar todas las líneas de autobuses que circulan por esta vía.

En este sentido, nos encontramos con que las soluciones de tráfico planteadas hasta el momento no son factibles, una realidad que de nuevo pone en cuestión el rigor del anterior equipo de gobierno, presidido por Mercedes Alonso, que dio luz verde a un proyecto que no contempla la dimensión de sus implicaciones en una cuestión tan vital como el tráfico y la movilidad en nuestra ciudad.

Desde Compromís per Elx nos hemos opuesto siempre -también en 2011- al parquin en este lugar porque nos parece carente de todo sentido fomentar la circulación rodada en el centro de la ciudad. Eso es un error que se ha puesto de manifiesto desde hace mucho tiempo. Por ello, son muchas las ciudades que, como Valencia, Barcelona, Londres o París, trabajan justo en la dirección contraria. Estas ciudades limitan el tráfico rodado en el centro de la ciudad.

Pero aquí, lamentablemente, hemos contado en la anterior legislatura con un equipo de gobierno que, a la hora de diseñar este proyecto, no se ha preocupado de la salud de los vecinos y vecinas, ni de la calidad del aire ni de garantizar una movilidad sostenible en el municipio. Sólo se han tenido en cuenta los pingües beneficios económicos para muy pocos y en muy poco tiempo.

Este proyecto, además de inviable, en nada beneficia a la ciudad y a los ciudadanos y ciudadanas. Desde Compromís vamos a seguir apostando por una rehabilitación del edificio. Y los anteriores gestores que tan frívolamente concedieron la adjudicación, deberían de dar las explicaciones pertinentes a los ciudadanos y las ciudadanas.