Ser artista, realizarse como tal en un entorno determinado, como cualquier otra profesión, implica culminar con éxito unos objetivos sin los cuales es muy difícil o casi imposible seguir en ello. Para analizar una realidad y situarse en ella, existe una técnica, llamada DAFO, empleada tanto por empresas como por individuos, que se basa en valorar los factores internos, es decir, la formación, la experiencia y el conocimiento adquirido, y los factores externos, las oportunidades y amenazas que existen en el mercado de trabajo que se escapan al control del propio artista.
Para sopesar la viabilidad de ser artista en un lugar determinado, hay que analizar, además del tipo de trabajo desarrollado por el artista, la posibilidad de llevar a cabo sus investigaciones artísticas, que, como tales, conllevan cierto grado de experimentación.
Pero en la actualidad qué sentido tiene exponer en Alicante, cuál es el contexto cultural, social, en el que se ubican las aportaciones de los artistas. Alicante lleva décadas en las que no sale del ámbito local, provincial. ¿Y que interés tiene para un artista hacerse con un nombre de repercusión únicamente local? Los artistas que tienen una proyección internacional es porque se la han buscado por sus propios medios, es decir, con constantes viajes, residencias, o directamente emigrados a ciudades donde los apoyos institucionales a los artistas se concretan en proyectos y en promoción. Los artistas que se quedan en Alicante o se encierran en su estudio o, teniendo en cuenta el páramo cultural, deciden exponer gratis o pagando, pero son pocas las ocasiones en las que puedan contrastar sus proyectos en una selección rigurosa. En realidad, el sector está bastante dividido, pues por una parte están los que gracias a otros trabajos se pueden permitir el pagar por exponer y, por otra parte, los que aun teniendo otro trabajo alimenticio no ceden a estas presiones. Así en gran medida queda devaluado el sector profesional que lleva décadas reclamando unas condiciones dignas de trabajo.
¿Cómo cambiar estos factores en contra, cómo proponer proyectos expositivos a las instituciones en los que se demande una mínima producción de la obra, cuando estas tienen sobre la mesa infinidad de proyectos gratis, o a coste del artista? Y de qué sirve exponer en Alicante, cuál es el estímulo y cuál es la promoción, qué aporta al currículum del artista. Nuestros centros museísticos o culturales no tienen presencia en el ámbito nacional del arte contemporáneo. No producimos cultura, no existen proyectos institucionales con un criterio propio por el que ser reconocidos, somos meros receptores. Es indudable que se han hecho, que se hacen cosas, con mucho esfuerzo y voluntarismo, pero cuáles son sus resultados, dónde nos sitúan. En estas condiciones es difícil plantearse ser artista en Alicante.
