El genial músico y compositor libanés de ascendencia armenia Ara Malikian ha vuelto a poner su violín en el coliseo alicantino para conmemorar su décimo quinto aniversario residiendo en España. El repertorio se nutre de algunas de las mejores obras musicales de esta trayectoria con composiciones suyas, piezas clásicas y adaptaciones de la música popular del XX. Y siempre con la intención de acercarse a todo tipo de público. El éxito le acompaña como de nuevo se pudo ver con los calurosos espectadores que llenaron el Principal. El expresivo violinista-comediante nos muestra su ágil manera de tocar y de moverse y sus jocosas disertaciones sobre su andadura. Toca magistralmente, expresa con el cuerpo y vive a fondo las situaciones derivadas de cada pieza. Domina todos los recursos del instrumento, amansa a las fieras e hipnotiza. Rompe moldes y engancha. Imprime su huella, con su peculiar forma de entender la música, y lanza la idea de que esta nos hace mejores. La innovación y la calidad de Ara Malikian, en primer término, se apoyan en su juguetón conjunto de cuerdas y en las percusiones. La intensidad y la emotividad de su nuevo álbum, 15, se transmiten en un concierto que incluye música tradicional libanesa y griega o No surprises, de la banda de rock alternativo Radiohead. Evocando un fragmento de la ópera La vida breve, airea el sabor folclórico del drama lírico de Falla, y nos trae a Sarasate con Zapateado. Igualmente, Las cuatro estaciones, de Vivaldi, con El verano y el lenguaje de una composición melódica que expone los aspectos de esa estación. Del innovador brasileño Egberto Gismonti se escucha Agua & vinho, y de Paco de Lucía oímos Syriab. La música barroca y la belleza artística de Bach tienen sus minutos de gloria con Aria, en manos de Malikian y los suyos. Recuerda el olvidado genocidio armenio al interpretar 1915, así como también se escuchan Pisando flores y el chaplinesco Vals de Kairo, bellos originales del transgresor y extraordinario instrumentista.
