Configuramos una ciudad que, en algunos aspectos, va sobrada. Sólo así se explica la pluralidad concatenada de eventos de todo tipo, que perfilan un nivel de actividad prácticamente imposible de seguir. Creo que la última vez que escribí sobre esta cuestión hablaba de una doble oferta de dos sainetes festeros a la misma hora, en la plaza de España con unos 100 metros de diferencia. Lástima de esfuerzos, de veladas de ensayos quitadas a la familia o a la realidad cotidiana. El sábado, la agenda local era increíble; se empezaba con el día del turismo y una posibilidad variopinta de rutas, para continuar con tapas en la Plaça de Dins y una feria gastronómica con caravanas en la plaza Al-Azraq; ademas, se conmemoraba el día sin tráfico con los autobuses gratis -y nada más- y también había zumba solidaria en el polideportivo. Para la tarde, daba tiempo a acudir a las entradas de moros y cristianos de l'Alqueria y regresar con margen a la gala solidaria en el Calderón y a la procesión de San Roque, con la solemnidad y colorido habitual. Por la noche, el Moniàtic hasta la madrugada. El domingo, llegaba lo más divertido: los programadores locales organizaron tres actos simultáneos con perros, uno a cada punta de la ciudad más otro de propina en la vía verde; teniendo en cuenta que el público podría ser el mismo, poco hay que añadir. Sobredosis perruna. Al margen del resultado -al menos el ambiente en el albergue fue imponente- da pena ver que los esfuerzos de las personas se diluyen por una falta de coordinación. La realidad es que estamos ante un problema endémico que por lo que se ve no tiene solución. En una época en que los recursos son más limitados que nunca, en que la inmensa mayoría de la organización recae sobre las espaldas de personas anónimas que dedican su tiempo libre a los demás, coordinar sería más interesante que nunca. Y ahora es fácil. No hay más que crear un facebook, un instagram, un twitter, un pendrive... o lo que sea para plasmar el calendario y actuar en consecuencia. Quizá serviría para algo y todos saldríamos ganando.
