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Matías Vallés

Con absoluta independencia

Si el independentismo obtiene un 48% de los votos, en Cataluña no hay un problema de secesión. Por tanto, con un 52 % de sufragios, los catalanes tenían derecho a independizarse. Quienes niegan la posibilidad de la segunda ecuación, porque ningún porcentaje les justificaría la emancipación, no pueden aferrarse a la primera como una victoria. El resultado se ha ajustado a las encuestas y a las percepciones, con una amplísima mayoría a favor de un referéndum que copiaría el resultado escocés. La frustración evidente de los independentistas obliga a recapacitar sobre su delirio previo, sin respaldo demoscópico ni demográfico. También el ganador debe conocer sus límites.

La izquierda catalana gana a la derecha con más margen que los independentistas a los unionistas. Cuatro de cada cinco votantes se expresaron a favor de partidos de matriz catalana, incluida la marca Ciutadans exportada con éxito como una forma de ser español al margen del PP. Los populares y socialistas también se maquillan en PPC y PSC, porque en Cataluña no entienden el catalán de Rajoy. A propósito, el actual Gobierno surge solo del 45 % de los votos, que no le ha impedido aprobar una reforma laboral, la ley mordaza y la reducción del Tribunal Constitucional a guardia de la porra.

En una situación límite, la visión más racional surge de la revolución divertida de las CUP. Coinciden con Madrid en el rechazo a la continuidad del vigente president. Admiten que los independentistas no están en condiciones de ganar un referéndum. Por eso Mas quería convocarlo y brindarle una salida honrosa a Rajoy, que ayer hablaba de «proceso» sin advertir la peligrosa polisemia de la palabra y antes de ser apaleado por Aznar con un argumento irrefutable. No lidera, una ciudadana anónima lo ha desarbolado. Se reproduce la situación escocesa, con 64 actas para el Scottish Nationalist Party sobre 129 escaños. Cataluña ha elegido un Parlament de mayoría absolutamente independentista, lo cual no significa que se independice. Ni tampoco lo contrario, que diría Rajoy. El único que ha obtenido la independencia absoluta es Duran i Lleida. Tendrá que pagarse la suite.

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