Se cumplen los primeros 100 días del nuevo gobierno resultante de un pacto de tres partidos, PSOE, Compromís e Ilicitanos por Elche. Partidos todos ellos que consiguieron el pacto de gobierno dejando fuera del mismo al Partido Popular que fue el más votado en las elecciones municipales.

Pues bien, el tripartito es el que está gobernando la ciudad de Elche y transcurridos los cien días podemos calificar este periodo como perjudicial para la ciudad de Elche y para los ilicitanos e ilicitanas. Esta afirmación no es sólo una crítica política sin fundamento sino que a continuación justificaré lo afirmado.

Las calles de la ciudad y las pedanías están más sucias que nunca, los caminos del Camp d´Elx con basuras que no se recogen durante muchos días, así como parques y jardines y zonas deportivas en un estado lamentable de mantenimiento.

Elche tiene a día de hoy las calles a oscuras con un apagón del alumbrado público desmesurado, manzanas enteras sin encender y si no fuera por la luz de algunos comercios resultaría peligroso transitar por ellas.

A este deterioro grande en la prestación de servicios públicos básicos hay que añadir el desconcierto y falta de proyectos en varias concejalías de peso.

En Turismo: con la importancia que tiene esta materia en una ciudad como la nuestra que cuenta con dos Patrimonios de la Humanidad además del reconocimiento de Museo de Puçol por la Unesco en el Registro de Practicas Excelentes en Materia de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, con más de nueve kilómetros de playas, parques naturales, una gastronomía de lujo, tenemos un departamento vacío en contenido y desaparecido. Una concejalía sin rumbo.

En cuanto a promoción económica y empleo no nos consta ni un sólo proyecto nuevo para la ciudad, eso sí menos mal que desde el tripartito siguen realizando aquellas cuestiones que pusimos en marcha en la pasada legislatura y que supusieron una mejora en la cifra de desempleados para la ciudad.

A todo este deterioro en los servicios públicos, a la falta de iniciativas, se unen los esfuerzos del alcalde de Elche y sus socias en destruir los proyectos más importantes de inversión que ya tenía en marcha la ciudad como el proyecto del Mercado Central con una inversión de más de 12 millones de euros, la reconstrucción de 308 viviendas en el barrio de San Antón con ayudas procedentes del Ministerio y del Consell superiores a 13 millones de euros, así como la rehabilitación integral del hotel de Arenales del Sol presupuestada en más de 6 millones de euros y que corre peligro de no llevarse a cabo por las amenazas del actual equipo de gobierno de intentar cambiar la ubicación del complejo.

Y todo esto está ocurriendo en nuestra ciudad, en tan sólo 100 días. Ahora las preocupaciones del tripartito pasar por hacer fiestas cuando van a talar una palmera, quitar las tribunas institucionales en las fiestas de la ciudad, dejar a los vecinos de palmerales sin la piscina que le había prometido hasta la saciedad. Y así un largo etcétera de asuntos banales que no repercuten en el bienestar de los ilicitanos.

Y tampoco puedo olvidar la penúltima medida del tripartito que perjudica de una manera directa a los ilicitanos e ilicitanas subiéndoles el recibo de la contribución de sus casas en un 10 por ciento.

Recordemos que este año finaliza el recargo del recibo del IBI impuesto por el gobierno central y desde el tripartito ya han avanzado que lo mantendrán siendo esa una medida negativa para las familias de Elche.

La historia se repite, la izquierda siempre sube los impuestos y siempre malgasta el dinero de los ciudadanos en sus fiestas y derroches, pero nunca en generar empleo o proyectos para mejorar la ciudad.

Todo lo que está ocurriendo en Elche es un reflejo de los malos gobernantes que tenemos al frente de nuestra gran ciudad. Con un alcalde que no está a la altura del cargo que ocupa y él es el mayor responsable al ser la máxima autoridad de este desbarajuste, dejando a una de sus socias de gobierno las concejalías destacadas del consistorio y aportando todo su significado al dicho de «quien mucho abarca, poco aprieta».

Sin olvidarnos tampoco de otra de sus socias que pasa más días en Valencia dejando de lado los problemas que puedan surgir en esta ciudad.

En definitiva y haciendo un escueto resumen, Elche ha pasado en muy poco tiempo de ser la ciudad que más empleo generaba en la Comunidad Valenciana, de ser una ciudad que atraía grandes inversores con el aumento de riqueza y nuevos puestos de trabajo que eso conlleva, a ser una ciudad paralizada, con servicios públicos en retroceso, sin ideas de futuro y con la única convicción clara de destruir aquellas iniciativas importantes para Elche sólo por venir de la mano del anterior equipo de gobierno.