Fabra declaró a las Corts que había obtenido unas «percepciones netas» de la Generalitat en 2014 de 55.000 euros pero, al dar cuenta a la Cámara Alta, a aquella cifra hay que sumarle de pronto 22.000 más de ingresos. Y este es Fabra el bueno que, aunque este año ha perdido rango, tampoco puede quejarse a pesar del estrés que comporta la tarea de senador -no se rían- teniendo en cuenta que lo acompaña Rita me refiero. Ésta, por su parte, declaró haber percibido 39.000 euros de las Corts si bien, tras sumar diferentes estipendios por variados conceptos, resulta que la exprimera dama del cap i casal se puso en un patrimonio de 414.000. No está nada mal que sus señorías hayan logrado convertir la mismísima declaración de la renta en un instrumento inútil. Para que luego digan que no consiguen nada. Ximo Puig, por ejemplo, ha presentado la de 2013 que no era la que tocaba, mientras que la bancada popular, salvo en un par de casos, ha camuflado los sobresueldos con genéricos del tipo «retribuciones Corts y GPP». Efectivamente hay que tener un gepeese para seguirlos.
Y para echarle guindas al pavo, Manuel Alcaraz aún pretende que lo que haga el cerca del centenar de cargos autonómicos sea de una vez por todas un desnudo integral. Es decir, una declaración pormenorizada de bienes. A falta de dos semanas de que la Ley de Transparencia, Buen Gobierno y Participación Ciudadana entre en vigor, se han desnudado él y dos gatos más de su departamento. Ante el éxito obtenido, hay quienes reclaman que los recursos que maneja se destinen a políticas sociales y de paso suprimir la conselleria. Voces del pepé, manda huevos. Conocida por el resto de cofrades la gran afición que el conseller profesa a la pasión representada en Semana Santa, parece que quieren incrementársela. Igual hasta se está viendo ya en la cruz.
