Pero qué alegría nos dio volver a ver a Marcos López al frente de La 2 Noticias. Son cambios que la cadena pública ni siquiera anuncia, y a los que no parece dar ninguna importancia. Mara Torres tomó vacaciones a primeros de agosto, y ni una triste nota de prensa informó acerca de su sustituto. Creímos que iba a ser, como en otras ocasiones, Rafa Lobo, editor del programa. Pero nos equivocamos. Quien apareció en pantalla el 10 de agosto fue Marcos López. Con barba. Sin corbata. Pero tan eficaz como siempre. Poniendo la guinda con sus breves apariciones a un informativo imprescindible. Aportando contenidos que en otros ni se huelen. Hincando el diente a asuntos de enjundia. Aportando claves para comprender el mundo que nos ha tocado vivir. Tan complicado. Huyendo de dramas excesivos. Poniendo el contrapunto con noticias e imágenes que incitan a la sonrisa. Y todo ello, en la versión comprimida de verano en no más de 15 minutos. En una hora a la semana. ¿Quién no tiene una hora a la semana para dedicarla a esta revista visual tan aleccionadora? Por lo que dicen los datos, parece que somos poco más de cien mil quienes lo seguimos con fidelidad.
Sin embargo, esa es la televisión pública que nos gusta. La que una noche te da la alegría de reencontrarte con Marcos López al frente de un informativo alternativo. Con empaque y sin estridencias. Mostrando su poderío y credibilidad. La que un rato más tarde te sorprende con una actuación del Festival Jazzaldia que te deja mudo. La que programa El diputado de Eloy de la Iglesia. La de los Premios Ceres. Nos gustaba la tele del Estudio 1. No la del Estadio 1. Fútbol hasta en la sopa. No en Teledeporte, sino en el canal principal. Esa no nos gusta nada.
