¿Qué esta pasando este verano en este país? ¿Cómo se pueden suceder en el transcurso de unos pocos días noticias tan alarmantes como las que estamos leyendo? Un estudiante de 24 años fue hospitalizado tras sufrir una brutal agresión al grito de «maricón» mientras hablaba con su exnovio en la feria de Almería. Pese a su corta edad, ya fue víctima también de otra agresión homófoba hace unos años. Dos chicos de 25 años que volvían a su casa abrazados después de tomar algo en el madrileño barrio de Chueca también fueron agredidos tras intimidarles y preguntarles si eran «maricones». La líder de Vox en Cuenca, que tan solo cuenta con 18 años de edad, quedó inconsciente en el suelo con heridas en la cara y contusiones por todo el cuerpo tras recibir amenazas y gritos, en este caso de «fascista». En un barrio granadino, un grupo de jóvenes apaleó a un sin techo por no querer cambiar la emisora del aparato de radio que oía. Le exigieron que pusiera reggaeton y al negarse lo tiraron al suelo y lo patearon mientras alguno gritaba «en la cabeza, dale en la cabeza». El pobre hombre terminó en el hospital, al igual que otro sin techo al que prendieron fuego, en este caso en Sevilla, mientras descansaba en un cajero de un banco. Lo que me llama la atención es que en todos los casos los agresores son gente joven, demasiado joven como para llevar dentro tanto odio y rencor. Dicen los expertos que el calor puede ser causa de problemas psíquicos importantes e incrementar la impulsividad y la agresividad. Pero yo no me lo termino de creer, por lo menos en estos casos. Para mí, lo que estamos sufriendo es una severa crisis de tolerancia y de respeto. Deberían preocuparse los mismos que se calentaron la cabeza en poner en marcha la polémica «ley mordaza» por legislar con dureza para que esta gente se lo piense bien la próxima vez, si los cogen. Contra la intolerancia, tolerancia cero.
