De vuelta casa, como si un ángel de Robbie Williams, que tantas veces he cantado en el coche mientras la pobre o el pobre ocupante de al lado «alucinaba» literalmente ante mi boca abierta cual trapa de goce?, como si tal ángel me hubiese tocado o siquiera rozado con una de sus grandiosas alas de sueños, solo sé que volví a pisar mi tierra y respiré? todo seguía como lo dejé diez días antes. Incluso con un poco más de luz y de color, de solazo a tope y alguna que otra sonrisa de cruce por la calle. Así que después de celebrar mi cumple con mi familia y mi hijo haciendo un poquito de vida cultural por Europa, como cuando iba a la «uni» y con mis colegas de excavación recorríamos en tren cada vericueto de esta maravillosa casa común? esta tierra de gran historia que es cada rincón de Italia por ejemplo? pues lo dicho, con la vuelta he empezado una nueva vida. Y para sentar las bases del retorno me he apuntado a un gimnasio a sudar la camiseta, como siempre. Porque lo de ir a ver chicos guapos no es lo mío, la verdad, que así me va luego? allá que me he plantado en el Cosmopolitan, pedazo de «gym» lleno de sonrisas y salud por los cuatro costados. He decidido que leer, lo que se dice leer, la prensa vamos, lo voy a ir alternando con más sudor, músculo y ganas de vivir, porque como te dediques a profundizar en lo que se escribe y publica, y te lo tomes muy a pecho, me da que te dedicas al «tráfico de alpiste» de la «depre» que pillas. Y luego he ido meditando, porque el verano da para meditar bajo la sombrilla o bien en esa agua increíble que tienen las playas de Alicante (desde Xàbia, bendito azul, hasta la Dehesa y las playas de Orihuela esta costa es única y especial como pocas) que creo que no sabemos lo que tenemos. Y por eso pasa lo que pasa, que no lo valoramos. No paro de pensar que el Misteri es mucho mejor que una pieza barroca en la Iglesia de Cita di Castello, que la ruta de Castillos desde Sax a Villena, Biar y toda la comarca, o las bodegas super «cool» desde el Pinós, la Marina Alta y Baja, Gata de Gorgos, un arroz increíble en Pedreguer o una fideuà de escándalo en un barquito en Dénia, y sin ir más lejos un «copazo» en la Champagneria de Calpe? Y pensando, pensando, creo que hay que empezar a pedir que nos lo creamos, que empecemos a soñar con lo que somos y lo que además queremos ser, que pidamos lo que nos corresponde (que ya le vale a los que reparten la pasta), que nos unamos más que nunca y que empecemos a sonreír. A ser felices cuando unas chicas como las de Alicante Fashion Week se ponen las pilas y montan solitas una pasarela, que nos alegremos cuando Juan Vidal se corona en el trono de la moda, cuando mi amigo Saúl Carrasco monta la gala más divina que se recuerda en Starlight en Marbella, cuando el «Colectiu Mediterrani» organiza con la Universidad el «Primer Encuentro de Arte Mediterráneo», cuando Pepe Calvo triunfa en Madrid como pocos o como cuando nuestras firmas y empresarios dan la vuelta al mundo y venden hasta en la Conchinchina, por decir algo, vamos... para ejemplo Fran Rivera (que viste hasta a la princesa de Jordania, la mismísima Rania...), Hispanitas, Williot, Pura López, Pedro García o Magrit o el revolucionario Pedro Martín de Natur? Como le decía a Pepe, que va a dar mucho que hablar con su nuevo equipazo de sueños e ilusión (Elda Industrial) creo que somos una gran estrella en la constelación del universo, y lo que tenemos es que ser capaces de reclamar con dignidad nuestro puesto, y sonriendo, por favor. Que cada vez siento que sonreír es el mejor milagro de la vida.