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Semana y Media

Propuestas a debate

LunesTENER O NO TENER

Aunque la opinión extendida sea que agosto es un mes informativamente vegetativo que malvive gracias a los incendios forestales, precisamente por ello también es útil para diluir noticias de calado en la modorra. Leo, estratégicamente colocadas entre la fotografía de un discoteca ibicenca que parece el Ganges y el parte de heridos por cornadas patronales, dos noticias que cualquier lunes invernal provocarían un severo motín durante el desayuno. La primera asegura que los beneficios bancarios han subido un 40% pese a que el crédito continúa en paradero desconocido. La conjetura del periodista es que las comisiones bancarias están nutriendo los balances, sustituyendo la labor crediticia por la pingüe custodia de fondos. La segunda noticia es otra muestra de idiosincrasia genuina agravada por ribetes delictivos. Ocurre que la policía está investigando a la Comisión Nacional del Mercado de Valores por una supuesta trama de corrupción en la concesión de licencias para operar en el mercado de valores. Los hechos denunciados se remontan nada menos que a 2005. Supongo que a agosto de 2005.

MartesLA ACADEMIA

Debate en el Congreso sobre el rescate griego o, más apropiadamente, lección impartida por De Guindos sobre las calamitosas consecuencias de una rebeldía temeraria. En realidad, el exagerado dicurso de De Guindos (Grecia ha obtenido un buen acuerdo dadas las circunstancias) era electoral y tenía una víctima fácil en Sánchez, el Dr.Jekyll necesitado de un discurso izquierdista frente a Podemos que debe convivir con un Mr.Hyde obligado a retener el voto centrista. Sánchez ha optado sagazmente por delegar en Moscoso, un diputado batallador pero discreto, cuyo apellido es el epónimo de los días libres en la función pública desde que su padre los instauró siendo ministro de Presidencia. El hijo podría haber hecho honor a la herencia paterna tomándose hoy un moscoso a la vista del zarandeo que De Guindos le ha propinado con esa vocecilla de seminarista aventajado. Quien sí ha recurrido al moscoso ha sido Rajoy, algo deliciosamente inexplicable ya que hubiese forzado a Sánchez a una tarea imposible en la tribuna o a una espantada currista. Pero, claro, a Rajoy le pagan por ser previsiblemente desconcertante.

MiércolesLO GENUINO

Fiel a su talante respetablemente revolucionario, Ciudadanos ha propuesto suprimir el Tribunal Constitucional y transferir sus competencias al Tribunal Supremo. Esto parece insustancial si los magistrados siguen siendo elegidos por los partidos políticos a través del Consejo General del Poder Judicial y por ello Ciudadanos también propone volver al sistema en que el Consejo era elegido por los propios jueces. El escenario hipotético es el del autogobierno puro de la judicatura que acumularía la jurisdicción constitucional a sus competencias actuales. Sin embargo, lo habitual es que los dos poderes representativos pacten la composición del máximo tribunal como en Estados Unidos, o que lo hagan los partidos en sede parlamentaria como en Alemania. La diferencia esencial entre un magistrado español y un colega alemán o norteamericano, todos elegidos por instancias políticas, es que éstos no se colocan en posición de firmes ante los otros poderes. La propuesta de Ciudadanos revela un pánico atroz, y ampliamente justificado, a las mañas rapaces de los partidos españoles que pretende neutralizar con una terapia excesivamente agresiva.

JuevesLLUVIA NEGRA

No renuncio a entender algún día la polémica del agua. El asunto se complica por el aderezo conflictivo de «sostenibilidad», «impacto medio ambiental» o «cambio climático», ingredientes que convierten en quimérica una política nacional. El diseño constitucional permitió que las regiones asumieran competencias cuya gestión afectaría a las restantes y por ese sumidero se ha deslizado el venerable eslogan «el agua no se toca». La política hidráulica ha aspirado tradicionalmente a la condición de «política de Estado», pero esto requiere que haya estadistas. En una frase feliz, Churchill dijo que el político piensa en las próximas elecciones, mientras que el estadista piensa en la próxima generación. En España, donde el poder se ha atomizado en porciones de un aldeanismo insufrible, esto acarrea un guirigay perpetuo a cuenta de trasvases, desaladoras y planes eólicos en el que no importan las siglas: los socialistas manchegos riñen con los valencianos como antes lo hizo Cospedal con Fabra.

ViernesVIAJE CON NOSOTROS

El Gobierno ha decretado que los altos cargos viajen en clase turista y metro. La deducción obvia es que hasta ahora lo hacían en «business» e ignoraban el precio del billete subterráneo, pero algunos presidentes de empresas públicas y directores generales lo desmienten: ellos siempre han viajado en el pescante de la diligencia. Naturalmente, cabe preguntarse entonces cuál es el motivo de una medida innecesaria y la respuesta aparece nítida: Monsieur D'Hondt hace autostop. El soponcio de las municipales y autonómicas adquirió matices traumáticos cuando el PSOE demostró que era capaz de vender su alma al diablo y el PP fue desalojado de fortalezas que creía de uso vitalicio. Y comenzó la cosmética apresurada que pretende maquillar en tres meses las cicatrices de tres años: desagravio a los funcionarios. relajación fiscal, modestas carantoñas a los pensionistas e irritación fingida con eléctricas, bancos y demás dinosaurios del IBEX. La última bala es el miedo y esto explica que Rajoy se haya dedicado exclusivamente este verano a amenazar con el ogro Podemos-PSOE.

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