248.000 espectadores a lo largo de todo el fin de semana confirman al GP de la República Checa como el mejor de la temporada. Sin embargo el espectáculo deportivo fue deprimente. Si exceptuamos Moto3, las otras dos categorías resultaron tediosas y aburridas con las posiciones definidas de principio a fin y sin apenas adelantamientos en los puestos de cabeza que son los que le dan emoción al acontecimiento. Este mundial cada día se parece más, en el aspecto negativo, al de Fórmula 1. En la actualidad ambos son interesantes para los patrocinadores (¿...?) y aburridos para el espectador. La gran diferencia que siempre existió entre ambos campeonatos es que en F1 solo se disputaba una carrera en cada GP, mientras que en las de motos veíamos seis (50, 125, 250, 350, 500 y sidecars) pero oscuros intereses económicos han convertido las competiciones motociclistas en un trofeo de promoción (Moto3), una Copa Monomarca (Moto2) y una categoría aburrida (Motogp) en la que solo tres pilotos optan a la victoria y el resto se limitan a llenar una parrilla en la que ellos saben que juegan un papel secundario y que difícilmente, por no decir imposible, podrán subir al podio.

De todos modos, carreras como esta o las de Sachsenring, Jerez y Cheste mantienen viva la llama de la afición por la masiva asistencia de aficionados que le dan un color especial a las gradas y un ambiente especial que solo el que ha asistido a un GP en cualquiera de estos escenarios puede llegar a comprender. Antaño la carrera por antonomasia del mundial era Assen en Holanda, circuito que el periodista español Carlos Domínguez bautizó como La Catedral y que hoy se ha rebautizado como la Ermita y es que en apenas una década ha pasado de una asistencia superior a los doscientos mil espectadores a menos de cien mil.

Brno es mi circuito preferido. El ambiente es increíble, es aquí donde se ve el pasión por las motos que existe en Centroeuropa. Siempre recomiendo a cualquier aficionado que si alguna vez puede ir a una carrera que no sea en España, vaya a este GP. Aunque las carreras resulten aburridas como las de ayer, seguro que la experiencia será inolvidable.