Desde la intervención artística en los muros de las facultades de la Universidad de Alicante, Poemas en el muro, en 2010, un proyecto sobre Miguel Hernández, una crítica de arte, Guillermina Perales, y un artista, Eduardo lastres, nos unimos para dar visibilidad a los artistas contemporáneos de Alicante. Buscando el apoyo de las instituciones, como es lógico, presentando proyectos, en los que como mínimo se pagaba la producción de las obras en los eventos que organizábamos, algo que no era cumplido habitualmente por nadie, en la cultura de Alicante. De esta colaboración surgieron proyectos como Et Labora, para Las Cigarreras, La Voluntad Abstracta de Pérez Pizarro, El arte del coleccionismo (Consorcio de Museos) y Arte Último 21 días (Lonja del Pescado), ya en su cuarta edición, además de una selección para el Centro del Carmen de Valencia, un hito, en cuanto que es la primera vez que un proyecto generado desde Alicante, con artistas de Alicante, transgrede las fronteras locales y se instala en Valencia, hito que no se había dado en 40 años de democracia.

Pero curiosamente después de cuatro años de trabajo con el proyecto Arte Último 21 días en la Lonja, recibimos una crítica por parte de las asociaciones de críticos y de artistas valencianas que, absolutamente ajenas a todo lo que ocurre en Alicante, decidieron cebarse en un proyecto que pretendió en todo momento el cumplimiento más estricto, dentro de las propias limitaciones de las instituciones, del decálogo de las buenas prácticas. Estas dos asociaciones han hecho comunicados en el periódico INFORMACIÓN y en la revista MAKMA, dirigida por José Luis Pérez Pont, expresidente de AVCA, sin querer distinguir algo que cualquiera puede ver, si analiza mínimamente la situación de Alicante, y es que todos los que han participado en exposiciones en Alicante incumplen sistemáticamente con lo básico de estas normas de buenas prácticas. Exposiciones tanto colectivas como individuales incumplen no solo con el decálogo sino con los principios básicos, que en Arte Último exigimos y conseguimos su cumplimiento.

Absolutamente convencidos de nuestro buen hacer y en defensa, no solamente de nuestro prestigio sino sobre todo de la promoción del arte contemporáneo en Alicante que ha sido nuestra única divisa, hemos pedido a estas asociaciones una comisión de investigación, constituida por personas imparciales, ajenas a las partes implicadas, para saber y publicar qué se cumple y qué se incumple en el proyecto Arte Último y en todo el ámbito artístico de Alicante, donde se podrá constatar que el único proyecto que atiende en la mayoría de sus puntos al decálogo de las buenas practicas es Arte Último. Por lo tanto, después de varios intentos de comunicación, por buro fax, mail? con estas asociaciones y de no recibir ningún tipo de respuesta, hemos decido sacar a la luz este auténtico despropósito por parte de asociaciones que deberían trabajar por el buen hacer de los artistas y no crear la división que es lo que han conseguido.