La cooperación necesaria entre Alicante y Elche es algo de lo que se viene hablando desde hace veinticinco años sin éxito. Los mayores seguro que recuerdan la iniciativa del Club de Inversores, «El Triángulo», que acabó en un libro que decora muchas estanterías de la provincia. Castedo, en sus inicios como alcaldesa, buscó el apoyo de Elche para su Plan General y en el pasado mandado planteó ir de la mano para abaratar servicios, pero todo quedó en un brindis al sol. Es tan evidente que Alicante y Elche o Elche y Alicante (tanto monta, monta tanto), deben sumar como única fórmula para tirar de la provincia que el tripartito alicantino lo establece como una prioridad. Por el bien de todos, ojalá vayan en serio.