Ayer, 4 de agosto, se cumplieron 118 años del descubrimiento de nuestra Dama de Elche. Estoy seguro de que nuestros próceres y dirigentes, de uno u otro color, nos vinieron ayer con sus habituales discursos acerca de los ímprobos esfuerzos que están empleando por traerla a nuestra ciudad, temporal o definitivamente que, de seguro, se verán coronados por el éxito a pesar de las trabas que les pone el adversario político o la siempre insensible Administración pública.

Lo cierto y verdad es que los ilicitanos ya estamos hartos de palabras vacuas y del cortoplacismo partidista que, en el espinoso asunto de la Dama de Elche, venimos sufriendo desde siempre. Porque ¿qué hemos conseguido hasta ahora? Que la Dama haya sido cedida, con ocasión de la inauguración del MAHE, por un período de seis meses, en el año 2006. Nada más. Sí, se nos dirá que se han llevado a cabo numerosísimas gestiones y que, incluso, en marzo de 2012 se llegó a presentar una Proposición No de Ley en el Congreso de los Diputados con la finalidad de lograr para nuestra ciudad un Museo Nacional de Arte Ibérico que, como pieza central, contaría con nuestra Dama. Pero, si bien las partes implicadas siempre hacen públicas alharacas de la presentación de sus iniciativas, ¿nos cuentan después cuáles hayan sido los resultados? Pues va a ser que no. ¿Por qué? Porque esas iniciativas siempre han acabado con una respuesta negativa, y esas negativas vienen ocasionadas porque las gestiones para una devolución de la Dama de Elche han carecido siempre del más mínimo rigor a la hora de presentarlas y, por supuesto, de la necesaria planificación estratégica.

En nuestra asociación, Círculo Social Elche 2099 - Tertulia Illice, bulle ese deseo tan ilicitano de que la Dama vuelva a su casa para siempre, y creemos sinceramente que el diseño con rigor de una estrategia que nos lleve a la conclusión de ese objetivo es absolutamente necesario. Y para ello, la primera premisa es evidente: la Dama de Elche nunca vendrá a nuestra ciudad para quedarse si no contamos con un contexto en el que ubicarla con la dignidad que se merece.

¿Y cuál debería ser ese contexto? Elche es a la Cultura Ibérica lo que Mérida es a la Cultura Romana, sin duda un referente para todo aquel que quiera acercarse al mundo ibérico; dispone de suficientes fondos arqueológicos que, seguro, y dado que el yacimiento de La Alcudia solamente está estudiado en un diez por ciento, éstos crecerán de manera ingente; y tiene espacios más que emblemáticos para ubicar esos fondos. Agrupemos esos fondos en el espacio adecuado, bajo el formato de Museo Nacional, subsede de otro museo, u otro envoltorio de prestigio y ya tendremos el contexto necesario para el regreso definitivo de la Dama.

Para ello no bastará sólo con la mera intención política (y, por ende, cortoplacista) de que así sea, sino la definición de una ruta por la que habrán de caminar de acuerdo los actores que deben implicarse en la consecución de nuestro objetivo, y eso no va a ser nada fácil. Necesitamos que las autoridades locales y nacionales, la Fundación Universitaria de Investigación Arqueológica La Alcudia, el mundo académico y científico y, por supuesto, la sociedad civil ilicitana convengan en el modelo que debe adoptarse para la creación de ese contexto y su ubicación y, una vez logrado ese consenso, crear un organismo, una persona que, con rigor, lleve a cabo los pasos necesarios para que, de una vez por todas, nuestra Dama de Elche vuelva a su ciudad para siempre.

La efectiva creación de ese espacio museístico de la cultura ibérica requeriría de una inversión mínima, por cuanto que Elche dispone de inmuebles más que suficientes y adecuados para su ubicación, y resultaría en una rentabilidad máxima para la ciudad al convertirse en un referente de turismo cultural no sólo a nivel nacional, sino también internacional. Pero no sería solamente su ubicación la que provocaría discusiones que irían a entorpecer la viabilidad del proyecto: la titularidad del mismo también sería, sin duda, objeto de numerosos debates.

Es por ello que, repito, entendemos necesario que, con carácter previo a cualquier formulación final de ese espacio museístico que acogiera a la Dama de Elche, ha de lograrse ese consenso entre las partes implicadas: autoridades, Fundación, mundo científico y académico, y sociedad civil. Si no existe ese acuerdo previo, cualquier propuesta, venga de donde venga, será -como ha venido siendo hasta ahoraun brindis al sol.

Que no les quepa ninguna duda de que, en el seno de nuestra asociación, Círculo Social Elche 2099 - Tertulia Illice, ya estamos trabajando para conseguir lograr ese necesario consenso, porque creemos no sólo que es posible que la Dama vuelva a Elche para quedarse, es que es algo absolutamente necesario. Nos sumamos con ello a lo que venía a decir el representante de la Cátedra Dama de Elche de la UMH hace solo unos días: pensemos en estrategias y sumémonos todos a ellas, porque en realidad lo que se necesita es que Administración, políticos, poderes de la ciudad, se pongan a pensar en la ciudad, a estudiar la ciudad y buscar el consenso de verdad, no solo de palabra.