Entre calores y colores, el juego y el fuego. No el que socarra hectáreas y más hectáreas, cuando ya va la cosa desbocada hacia la desertización irredenta. Las más de las veces por irresponsable, o no tanto, mano humana. Como ese «filológico» calor que la edil de la cosa antitaurina, sí, «la Roja», le pone a sus diatribas anti tantas cosas. Cierto es que en estos momentos parece más apaciguada en sus «fervores». Lo que da de sí una buena nómina y ejercer poder con amplia capacidad de decisión. Aunque para calor, si bien menos flamígero en apariencia, pero con el de la perenne brasa, el del vice alcalde Pavón, quien, a propósito de su defensa de «la Roja», colega de partido que lo es, faltaría más, se salió con la especie de que el tema «no interesa a los ciudadanos». Vamos, con un par, en su totalitarización de la ciudadanía, con cierto tic sovietista al echar mano de esa alienación que supone meter a todos en el mismo saco. Pero hete ahí que hay, al menos, un ciudadano que se desmarca de esa manía totalizadora: este menda que suscribe y firma. Así, fuera del saco. Y respeto. Siempre. Tantos calores...
Calor de sorpresivo disgusto, por inesperado, el que se han llevado las gentes del Moralet ante la prohibición de su anual suelta de vaquillas. Una actividad totalmente incruenta. No se han enterado de cómo viene esta nueva gente de la munícipe cosa respecto de lo taurino: guerra total hasta la extinción. Así, con tal intención, posible sería que dejasen Alicante fuera del circuito nacional del toreo, posible, sí, incluso probable. Algo tendría que decir al respecto el alcalde Echávarri: un toque de prudencia al menos para que no se desboque el secular asunto de una plaza que llegó a contar con 2.000 localidades más que la de Madrid, la anterior a Las Ventas. De todas maneras, sirva como ejemplo San Sebastián, que, superada la prohibitiva etapa Bildu, recupera este año su tradicional feria de agosto. Incluso con presencia de la tele nacional. Y es que, por mucho que «Rojas» y colegas de secta se empeñen, no hay mal que cien años dure. Tantos calores...
Entre tanto, no hay que echar en olvido las gratas sensaci0nes que la recién finalizada feria de Valencia aportó al aficionado con el triunfo de Manzanares, ante un espléndido Núñez del Cuvillo. Sin olvidar, no sería justo, las emociones de sincera torería de «Rafaelillo» y Escribano frente a la de Miura, tan desigual, con un tercer ejemplar de espléndido juego. Ambos «miuristas» llegan a la plaza de Alicante el domingo nueve del mes en curso, ganado de Adolfo Martín, y la presencia del sereno toreo de Francisco José Palazón. En honor de la Verge del Remei. Tantos calores. Alicante. Agosto.
