Las filàs de Moros y Cristianos suelen celebrar el Mig Any cuando se cumplen los seis meses desde la última fiesta, y los foguerers celebran en diciembre las Hogueras en Nadal. Con este recuerdo quiero poner de manifiesto que los belenistas también disfrutan de los belenes en el pleno verano, ya que, comenzando las distintas escenas de la próxima Navidad en el mes de febrero, la actividad belenera no para hasta que se inauguran las exposiciones en el mes de diciembre. El mig any también es belenero en pleno verano.

En estos momentos, cualquier persona que quiera interesarse, puede visitar el taller belenista que se encuentra en plena efervescencia de realizaciones. En ese pequeño espacio se hace realidad la celebración navideña. Ahí, partiendo del hecho del nacimiento de Jesús, los belenistas transforman humildes trozos de corcho en arte, trasladan a los belenes el sentimiento popular, mantienen la tradición de la reunión familiar. Y dentro de esos pequeños ambientes que recrean paisajes, rincones con callejuelas, establos, cuevas, ruinas o palacios, los belenistas encierran los valores de la Navidad. En los pequeños detalles de artesanía recreando mercados, riachuelos, cárcavas, caseríos, se encuentra el humilde mensaje navideño de paz, cercanía, camaradería, acogimiento, convivencia y comprensión que debe presidir todo encuentro humano. Durante todo el año, y también durante el verano, los belenistas encienden las hogueras, colocan las antorchas, abren las ventanas y las puertas, entoldan las azoteas y las placetas, recrean los chorros de las fuentes y hacen discurrir los arroyos; todo ello para que en la Navidad la reunión familiar se llene de calor, se alumbre de alegría, se recoja bajo el todo del cariño y el agua de la convivencia se desparrame en el ambiente.

Los belenistas, con la recreación plástica de la Navidad, preparan durante el año las escenas que aúnan la tradición, el arte popular, el sentimiento religioso y el mensaje de unidad familiar. Eso que todos deseamos celebrar y compartir cuando las luces inundan las calles y los villancicos nos alegran las reuniones familiares. Pues que también se celebre en las jornadas veraniegas en ambiente de acogimiento y confraternización entre propios y foráneos.

Como es tradición, desde hace más de cincuenta años, la Asociación de Belenistas ha sacado a la luz su revista Epifanía, con las realizaciones del año anterior; y en fechas recientes hemos remodelado el Museo de Belenes, con nuevas figuras, que invitamos a visitar en un pequeño paseo veraniego. Con estos dos gestos los belenistas celebramos el mig any, al tiempo que seguimos preparando la Navidad que se acerca. Y esperamos reencontrarnos con todos cuantos lean estas líneas, cuando ofrezcamos a la ciudad de Alicante el resultado de un esfuerzo callado y constante que también hace, del verano, un poco de Navidad. Mientras tanto enviamos a todos nuestros simpatizantes y amigos, y a cuantos nos visitan, un saludo cordial y el deseo de un feliz verano con el merecido descanso.