Ha pasado más de un mes desde las elecciones municipales que han cambiado el panorama político local. Y casi uno desde que se formase el nuevo gobierno municipal. En ese tiempo se han convocado al menos dos ruedas de prensa por los nuevos representantes públicos. Y uno esperaba con bastante expectación el comunicado de los planes del nuevo gobierno. Esos que van a significar un "estilo" de gobierno diferente, ¿recuerdan? Pero hete aquí que esas ruedas de prensa se han utilizado para denunciar lo malos, malísimos que han sido los anteriores gobernantes. Porque mira, apreciado lector, que han sido malos. Pues, ¿no es de perversos hacer desaparecer todos los papeles de la Concejalía de Deportes para que los nuevos encuentren sólo telarañas? ¿No es de gobernantes malvados dejar la cuenta de la Concejalía de Fiestas con tan poco dinero que peligre incluso la palmera de las fiestas patronales? (Aunque no sabemos si habrá para el resurgimiento de las verbenas y sardinadas de los barrios). ¿Y no resulta propio de gobernantes desleales devolver los smartphones que les fueron entregados en tan lamentables estados? Malos, malos, malísimos. Pero lo peor de todo no es esto, sino que esta "canción", como la del verano, siempre vuelve.

¿No te recuerda, paciente lector, a aquellas quejas de los del gobierno popular cuando recibieron concejalías y bienes adscritos a ellas en su primer mandato? ¿O aquella vasectomía a un familiar de un miembro del gobierno anterior al PP pagada con fondos públicos, que fueron denunciadas a bombo y platillo para distraer a la opinión pública de la propia inoperancia del gobierno popular? A mí totalmente.

Hubiera deseado que, en vez de la falta de papeles, los smartphones escacharrados y la falta de dinero en la cuenta de esta o aquella concejalía, las ruedas de prensa se hubieran aprovechado para explicarnos qué se va a hacer en los próximos años, y en qué va a consistir el nuevo "estilo" de gobierno. Se me dirá que eso ya estaba en el programa electoral. Pero lo que recibe el ciudadano medio es tan genérico y lleno de vaguedades que se hace imprescindible que se nos explique concretamente en qué va a consistir el "cambio".

Por lo que he visto hasta ahora, todo es más de lo mismo: qué malo malísimo es mi antecesor que me ha dejado todo hecho una ruina y no voy a poder hacer nada. Esa es la paupérrima idea, aunque no se quiera, transmitida hasta ahora. Todo "negatifo", que diría Van Gaal. Sin embargo, los ciudadanos, hartos de malas noticias, estamos ávidos de buenas nuevas, de propósitos esperanzadores, de ideas ingeniosas y denotativas de inteligencia en la gestión. Hace unos días hablaba con mi buen amigo el concejal de Hacienda de Petrer, del mismo partido que los que gobiernan en nuestra ciudad, y me explicaba que se había pasado una tarde entera estudiando cómo modificar el presupuesto para hacer frente a los mayores gastos de personal que han de pagarse como consecuencia del mayor número de grupos políticos que ha deparado las últimas elecciones.

¿No puede realizarse un ajuste parecido en el nuestro para fiestas, por ejemplo? Yo considero a Amado un profesional capaz de eso y más. Lo triste es desaprovechar esas ocasiones para transmitir mensajes de esperanza a la ciudadanía. Y reducirlas a un palenque donde dirimir las pendencias políticas personales. Supeditar el trabajo eficaz a la denuncia pública del contrincante político a toda hora. Va a tener razón mi compadre socialista del alma: Rafa, al final, todos son iguales. Vino viejo en odres nuevos. Eso sí, faltaba Van Gaal. O sea.