No se da cuenta uno de que se está haciendo mayor hasta que lee cosas como que Goku, Vegeta y compañía vuelven hoy a la televisión ¡18 años después! Sí, 18 años, toda una mayoría de edad, hace ya que uno disfrutaba con las aventuras de estos personajes creados por Akira Toriyama. Lo hacíamos, aquí en la Comunidad Valenciana, a través de la desaparecida Canal 9 y/o también de esa TV3 que antaño se veía por estas tierras sin ningún problema.

Por eso para la mayoría de nosotros, seamos o no valencianoparlantes, Dragon Ball es y será siempre en nuestros corazones Bola de Drac. Del mismo modo que recordamos a muchos personajes por su nombre en valenciano o catalán y nos resulta raro escucharlos incluso en castellano.

Pese a que al principio yo era reacio a "perder el tiempo" viendo a esos monigotes que lanzaban rayos juntando sus manos, finalmente la insistencia de mi hermano pequeño me hizo engancharme, como tantos millones de personas -pequeños y adultos- en todo el mundo. Crecimos con ellos, literalmente, y ahora que algunos ya peinamos canas, seguimos teniendo hambre de Dragon Ball, por más que disfrutemos de los dragones de Juegos de Tronos y otras tantísimas buenas series.

Recuerdo que en aquellos años se cuestionaba la serie con la acusación de que era violenta. Almas de cántaro, aquello no era nada con lo que nos vendría luego. Hoy esas críticas están más que superadas, pues la sangre que puede aparecer en la serie son gotitas de mercromina -de la roja de entonces también, que luego vino la transparente- comparada con la que podemos encontrarnos en la actualidad en cualquier película o producción de superhéroes, por poner un ejemplo similar. Y no digo Juego de Tronos por no repetir, vaya, pero no son pocos los menores que la siguen.

Por contra, sus valores, esos que aquellos padres "anti-Bola-de-Drac" no sabían ni querían ver, han mantenido viva la llama de la serie desde entonces, con una legión de fans ansiosa por ver las películas que se han ido realizando sobre la saga. Y, ojo, hablo de las animadas, que a Hollywood le dio por intentar aprovechar el filón y parió un bodrio de infausto recuerdo para los incondicionales. Mucha más calidad y fidelidad al original tuvieron incluso los homenajes "caseros" que los seguidores colgaron en Youtube.

Por encima de los puñetazos, patadas, kames, explosiones y chistes verdes que campaban a sus anchas por Dragon Ball quedan los valores de la amistad, la solidaridad, el sacrificio, el esfuerzo y la defensa del bien común, frente a las amenazas del mal.

Pocos héroes de ficción serán tan puros, honestos y "legales" como Son Goku que, de haber sido parido por un Smith en lugar de por un Toriyama, estaría hoy a la altura, en cuanto a trascendencia histórica en la cultura popular, de Superman, Spiderman o Batman.

Podrían hacerse lecturas sorprendentes sobre la vigencia de las historias que narra Dragon Ball y compararlas con muchas situaciones vividas en los últimos años, pero lo que realmente interesa al "fandom" de Goku y los suyos es verles de nuevo en acción.

Tanto es así que hoy, día en que la televisión japonesa Fuji TV estrena Dragon Ball Super -así se llama la nueva serie-, es "trending topic" en España y más de uno, entre los que me incluyo, buceará esta noche en internet para poder ver ese primer episodio subtitulado.

Larga vida a Son Goku y compañía.