Cuando las barbas de tus vecino veas rapar pon las tuyas a remojar. Y es que en el circuito de Assen se han encendido varias luces de alarma cuando el organizador del GP de la República Checa, que es al que más espectadores asisten (240.695 en 2015), solicitó a la organización del campeonato la suspensión de su carrera programada para el próximo 16 de agosto. Los motivos aducidos eran las dificultades para pagarle a Dorna el canon de 2,73 millones de euros debido al incumplimiento de los compromisos adquiridos en el aspecto económico por el Gobierno de la región de Moravia Sur. Finalmente se ha llegado a un acuerdo y la carrera de este año se va a celebrar, pero no se garantiza la del próximo.

Un problema semejante puede acontecer en la cita del campeonato en el Circuit Ricardo Tormo de Cheste y el nuevo Gobierno de la Generalitat va a tener que lidiar un toro muy difícil si quiere conservar el acontecimiento deportivo que más espectadores congrega en la Comunidad y que es rentable en todos los aspectos. El que en España se celebren cuatro carreras puntuables es uno de los principales hándicaps y Dorna vería con suma satisfacción que una de ellas se cayese del calendario y la cita de Valencia es la que más papeletas tiene pese a que es la cuarta -tras Brno, Jerez y Sachsenring- de las dieciocho que se celebran que más aficionados lleva a sus tribunas (197.000 el pasado año). Con Jerez y Montmeló intocables, pese a tener casi el doble de espectadores que Motorland (112.331) a Carmelo Ezpeleta no le temblaría el pulso a la hora de suprimir Cheste ya que el director del circuito de Alcañíz es un sobrino suyo y él personalmente fue uno de los impulsores del trazado aragonés.

Difícil papeleta pues para el nuevo Govern que también se tiene que enfrentar a que merced a la que época en que el Presidente Camps disparaba con pólvora de rey, el contrato firmado (expira en 2016) entre Circuito del Motor y Promoción Deportiva, S. A. (la empresa pública de la Generalitat que gestiona el circuito) y Dorna estipula que el canon a pagar es 5.950.000 euros al año. Comparémoslo con los 2,73 millones que le pide Ezpeleta a Brno y veremos que la comparación es odiosa.