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Antonio Sempere

En pocas palabras

Antonio Sempere

Gestos

Cuando no hay dinero, se imponen los gestos. A lo largo de la recién estrenada legislatura veremos muchísimos. También en materia cultural, una de las cenicientas de la ciudad. Recuerdo la noticia, que nadie refutó, por lo que debe ser cierta, de los mil euros, mil, de que dispuso la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Alicante para la reposición de libros en todas las bibliotecas municipales. Verdaderamente espeluznante.

Por eso en principio no creo que los cambios que vamos a ver estén relacionados a base de inyecciones presupuestarias en las partidas, y me inclino por los gestos, que no necesitan el visto bueno de Hacienda.

Propongo la creación de una agenda cultural lanzada desde la concejalía de Cultura, que ordene, coordine y visibilice todo lo que ya existe, que no es poco. Desde siempre, en Alicante se han solapado las actividades sin que ninguna entidad tuviese en cuenta lo que hace la de al lado. Generando simultaneidades que se podrían evitar.

En el terreno de la música clásica, uno de los que más orgullosos nos podemos sentir a estas alturas de la película, la excelsa programación de la Sociedad de Conciertos se combina perfectamente con el apoteósico ciclo sinfónico del ADDA. Ambas entidades anuncian sus programas con medio año de antelación.

En el caso contrario figura la programación del Teatro Arniches, cuya agenda sale con los trimestres ya comenzados. Evidentemente, sería muy difícil realizar un agenda cultural en condiciones si, desde Valencia, Culturarts, o como se llame la entidad sucesora, no modifica su línea de trabajo. La difusión del Teatro Principal viene siendo excelente. Sus cuadernillos, de los que se lanzan miles, se pueden ver con la antelación suficiente. Por el contrario, el Instituto Gil Albert, otro de los puntales de la cultura local, también ha lanzado sus propuestas, a veces, con demasiada premura de tiempo.

De lo que se trata, insisto, es de lanzar una agenda cultural municipal que aglutine, coordine y rentabilice todo el patrimonio. Siendo utópicos, a la larga debería alcanzar la oferta de toda la provincia. Pero siendo realistas nos conformaríamos con que, en principio, acogiera y ordenara toda la oferta de exposiciones, artes plásticas, fotografía, literatura, encuentros, música, teatro y cine, incluyendo las actividades de la Universidad y las de la Fundación CAM. Lo dicho, cuando no hay dinero, los gestos se cotizan muy alto.

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