Al igual que muchos miles de ilicitanos me siento profundamente decepcionado por la situación a la que ha llegado Elche CF. Después de más de 60 años animando, junto con mi familia, los colores de nuestro Elche, con muchas alegrías y también algunos disgustos, nunca podría pensar que se llegara a una situación tan penosa, lamentable e inexplicable. Parece una pesadilla, y uno todavía no acaba de creerse la injusta realidad. Ahora me vienen al recuerdo los acontecimientos que han pasado en los últimos meses. Antes de la llegada de Juan Anguix a la presidencia del Elche CF, se montó una plataforma para presionar al presidente Sepulcre a que dimitiera. Domingo tras domingo los insultos eran cada vez más fuertes y generalizados, hasta que se llegó a la conclusión de que con su dimisión se resolverían los problemas económicos que el Elche tenía contraídos. Desde todos los lados de la ciudad, incluida la alcaldesa, se estableció el convencimiento de que con la llegada de Anguix, con su consejo, se conseguiría superar la difícil situación económica que atravesaba nuestro Elche. El nuevo equipo directivo parecía que estaba totalmente resuelto a solucionar los problemas económicos, lo que hasta ahora no había sido posible por la anterior junta directiva. Sus gestiones en Madrid se percibían como eficaces y que, en breve, se obtendrían los frutos para lograr la permanencia. Pero cuando todos esperábamos que se confirmaran las noticias que iban llegando respecto a la solución de los temas económicos del club, se nos informa del descenso del Elche a la Segunda por no abonar las deudas en efectivo. El impacto en la ciudad ha sido tremendo, el sentimiento de la inmensa mayoría de los aficionados no es otro que la humillación y la frustración. La situación de nuestro Elche es tan grave, que requiere un remedio tan rápido como eficaz. Por dignidad y respeto a los valores que encarna el Elche, deben dimitir lo antes posible la actual junta directiva del club, y dar paso a una gestora de nuestro ámbito empresarial que, en otros momentos, han dado prueba de su capacidad e interés por los problemas de la entidad. Solo una actuación rápida y responsable podría devolverle al Elche, lo que en justicia le corresponde. El club ilicitano y la ciudad de Elche se lo merecen.