El debate está en la calle con más fuerza que nunca, y esto es una buena noticia. La sociedad en su conjunto, con una gran pluralidad de voces, expresa su malestar y cuestiona el funcionamiento de las instituciones cuya principal justificación es el servicio a esta sociedad. En el ámbito de la cultura en Alicante también se está cuestionando el papel de los museos y centros de arte. Qué servicio hacen a la ciudadanía. Pero más allá de la queja se ha pasado al siguiente nivel: analizar cuáles son las fuerzas que pueden contribuir a la optimización de estos recursos. La ciudadanía exige no quedar al margen de estas decisiones. Una ciudadanía cada vez más formada, con criterios más exigentes, producto de la democracia. En Alicante, por primera vez en décadas, se ha constituido una asociación de artistas contemporáneos, ACOA, que reclama el que se considere al sector de las artes visuales. Un sector muy formado, que puede constituirse por derecho propio en crítico de la gestión de la cultura. Hay muchas clases de asociaciones, y estas se han creado desde el principio de los tiempos, pero sobre todo son un signo de un estado democrático, que permite y respeta la unión de gentes con fuerza suficiente para interpelar al poder. Sabemos de personas que han usado las asociaciones con intereses partidistas, incluso para su única promoción, pero el objetivo de una asociación como ACOA es evitar esto y trabajar porque se valore el trabajo de los artistas de Alicante en general, de acuerdo con sus estatutos, que se potencie su promoción e investigación, en colaboración con las instituciones.
En la presentación de ACOA en el MACA, surgió la nula representación de los artistas de Alicante en este museo. Una cuestión bastante criticada y que genera el malestar en el sector. Pero no solo por no estar ahí, sino porque además refleja la falta de proyecto del museo. Más allá de este derecho, se está poniendo encima de la mesa la cuestión del papel de las instituciones en el desarrollo de la cultura de un territorio. Si en el MACA se ha expuesto a artistas sin una trayectoria ni una consideración sobresalientes, ni siquiera con una relación con la Colección de arte del siglo XX, de Sempere, lo que parece ser el criterio por el que se rechaza a los artistas de Alicante. Si el museo tampoco genera dinámicas que desarrollen la prospección de las tendencias del arte contemporáneo. Qué es lo que pasa.
Cada vez se hace más evidente la necesidad de un proyecto cultural coherente para las diferentes salas y centros de Alicante, en el que se investigue las líneas desarrolladas por los artistas, de todas las generaciones y concepciones. Y ACOA, como asociación, debería tener la capacidad para arbitrar en la creación del mejor proyecto posible. La cultura en un territorio se puede y se debe hacer con los activos de ese territorio: los artistas de Alicante.
