El futuro de la Tierra. Nuestro planeta durará y permitirá la vida de los humanos dependiendo de que nuestras actividades diarias no le dañen demasiado. Es sabido el efecto nocivo de las emisiones de gases (efecto invernadero), con calentamiento global y fundición del hielo polar, etc. Los humanos, aunque nos creamos los reyes de la creación sólo podemos vivir en zonas pequeñas del planeta: no bajo el agua, ni a grandes alturas o en la atmosfera, y necesitamos agua.

También depende de que no le dañemos brusca y grandemente. Por ejemplo repitiendo casos como Chernóbil o Fukushima. O lo más fácil estallando bombas atómicas, como Hiroshima. Hoy muchas potencias tienen armas atómicas que liberarían energías que impiden la vida. Otra opción es que un meteorito gigante u otro planeta, impacte contra él y lo destruya. Que así se cree acabó la vida de los dinosaurios.

La superpoblación. Es pensable que en nuestro planeta cada vez haya más habitantes. Y el gobierno del mundo deberá limitar la reproducción. Ya saben que en China había limitación del número de descendientes, aunque se mezclan otras ideas distintas a las de la súper población. Serán muchos, pero no dudo que con avances en la agricultura genética se consiga dar de comer a muchos. Lo que estimo es que comerán lo justo y serán más delgados. Ahora nos pasamos y abundan los obesos. Como resultarán de cruce de las actuales razas, el resultado es que su piel será oscura (el negro y el oscuro de los hindúes se heredan como rasgos predominantes) y sus rasgos oculares achinados.

La vida en sociedad. Vivirán en los Estados Unidos del Planeta, y sus habitantes, de las diferentes zonas mantendrán sus peculiaridades, pero como las matrioskas rusas, irán unos dentro de otros. Se acabarán los nacionalismos. Las diferencias culturales, y los rasgos peculiares locales se mantendrán, como variedades a conservar. Pero las diferencias (que siempre existirán) no serán mucho mayores que las de los diferentes pueblos o ciudades de un país actual. Vivirán cada vez más en las ciudades, y en ellas en las que predominarán los rascacielos, que permiten acumular personas en poco espacio.

Las ideas religiosas se conservarán en el terreno de lo privado, convivirán unas con otras, se incrementará el laicismo, y por encima de todas se aceptará por la mayoría una ética universal que se habrá elaborado y orientará en la forma de vivir en sociedad y al respeto del planeta.

Todos tendrán acceso a una educación básica amplia, y luego según sus capacidades unos se orientarán a diferentes tipos de formación y/o actividades. Es posible que la escritura como tal desaparezca, y las ideas puedan captarse y transmitirse a través de ondas cerebrales en registros receptores. No será preciso escribir para comunicarse.

En el terreno de los derechos sociales habrá diferencias, aunque no grandes, y los básicos, muy amplios, serán muy semejantes. Todos trabajarán, pero menos tiempo y habrá mucha actividad de tiempo libre. El trabajo se hará sin esfuerzo físico y la retribución por hora trabajada no tendrá grandes diferencias entre todos. A penas se podrá heredar lo material. La forma de gobierno de los estados excluirá las monarquías porque nadie tendrá el derecho, en base a sus genes ser el jefe de un país y menos a transmitirlo a sus descendientes.

Lo importante vendrá definido por lo necesario, lo ligado a la vida o necesidades comunes, y lo accesorio perderá valor. Los consumos serán los imprescindibles y se evitará lo superfluo y el despilfarro a cualquier nivel: energía, agua, luz, alimentos, bienes. El cuidado para la preservación del planeta será una prioridad.

Los individuos. En vez de DNI a los ciudadanos se identificarán por su código genético. Ello les permitirá evitar exposiciones que les causen de enfermedades, y orientarán actuaciones, por ejemplo, el uso de fármacos de forma selectiva, individual, que les beneficien y no tengan efectos secundarios. Se aumentará la duración de la vida, la longevidad. Se ha conseguido ya con moscas y anélidos (gusanos), hasta un 30%, y los años vividos tendrán más calidad. La interacción entre seres vivos seguirá siendo un problema y habrá lo que llámanos enfermedades infecciosas nuevas. Muchas de las actuales se habrán controlado, entre ellas el cáncer, pero surgirán otras.

Los humanos viajarán a velocidades altísimas, desplazándose en artilugios por el espacio, sin rozar el suelo, que se programarán previamente, con lo que no habrá que conducirlos, y como el espacio en la atmosfera estará «ordenado» no habrá accidentes. Los humanos habrán ido a otros muchos planetas y seguirán viendo que no son el centro del mundo, y que son seres infinitesimales pues habrán descubierto muchísimas nuevas galaxias, seguirá sin encontrarse los límites del mundo, pero no hallarán lugar donde puedan albergarse muchos de ellos. Nuestro planeta será el más atractivo. Quizás encuentren otros seres que les obliguen a redefinir el concepto de vida.

Es decir habrá diferencias entre los humanos, pero serán menos que las actuales, pero seguirán existiendo los ricos y pobres, los inteligentes y los torpes, etc., porque eso es la naturaleza humana, la diversidad. Pero las diferencias en vez de separar o dividir se valorarán como rasgos a preservar, porque nos enriquecen.

Pienso que todo esto yo no lo veré, pero disfruto imaginándolo. ¿No creen que incluso ahora vamos caminando hacia estas pequeñas utopías? Pero no se inquieten vamos despacio.